"Su mano estaba muy fría. Lo envolví en algodón ortopédico y venda, que es una práctica prevista en enfermería, pero no funcionó. La circulación no mejoró. Pensé en mojarle la mano con agua tibia, pero debido al riesgo de contaminación, la idea no fue buena. Pensé un poco más y metí el agua tibia dentro de los guantes quirúrgicos y se lo envolví en la mano", cuenta una enfermera, que ha ideado una técnica a la qeu sus compañeros han bautizado como la mano de Dios.
Con un guante y agua caliente, la enfermera simula el contacto humano, y alivia a pacientes contagiados de coronavirus durante su ingreso en plantas covid. Hasta el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elogiado el invento en un mensaje dirigido a los profesionales sanitarios.
‘The hand of God’ — nurses trying to comfort isolated patients in a Brazilian Covid isolation ward. Two disposable gloves tied, full of hot water, simulating impossible human contact. Salute to the front liners and a stark reminder of the grim situation our world is in!@sadiquiz pic.twitter.com/eldzkT4JHa
— Nissim Mannathukkaren നിസ്സിം മണ്ണത്തൂക്കാരൻ (@nmannathukkaren) April 8, 2021
"No hay palabras para expresar mi admiración por los trabajadores de salud que están en primera línea en esta pandemia y las increíbles formas que están encontrando para reconfortar a sus pacientes. ¡Hay tanto que debemos aprender de ustedes y hacer para asistiros y protegeros!", asegura Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
"Hice este guante con agua caliente para mejorar la perfusión de mi paciente y ver mejor la saturación, y espero que sienta que tiene a alguien sosteniendo su mano", explica la enfermera brasileña Lidiane Melo, creadora de la "mano de Dios". En otros hospitales ya se ha replicado la técnica, conocida como la mano de Dios, y que consiste en llenar de agua caliente dos guantes desechables y atarlos alrededor de la mano del paciente.
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