La Consejería de Salud y Consumo de Andalucía ha manifestado su preocupación ante el aumento de las agresiones a profesionales sanitarios registrado en lo que va de año. Según datos oficiales del Registro Informático de Agresiones de Centros (RIAC), en 2024 se han contabilizado un total de 1.866 agresiones en centros sanitarios públicos de la comunidad autónoma, de las cuales 362 fueron físicas, lo que representa un 19,4% del total. El resto, 1.504, fueron catalogadas como agresiones no físicas.
Ante este repunte, la titular del área, Rocío Hernández, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios a mantener el respeto mutuo y la empatía en el ámbito asistencial. La consejera ha señalado que las personas que acuden a un centro sanitario suelen hacerlo con ansiedad y en una situación de vulnerabilidad, por lo que ha insistido en la necesidad de una mayor comprensión por parte de los trabajadores del sistema de salud.
La distribución de las agresiones por provincias muestra que Sevilla ha sido la más afectada, con 101 agresiones físicas y 378 no físicas. Le siguen Málaga, con 69 y 249 respectivamente; Cádiz, con 61 y 282; y Granada, que registró 45 agresiones físicas y 149 no físicas. Córdoba, Jaén, Huelva y Almería completan el listado con cifras notablemente más bajas, aunque también relevantes para el conjunto del sistema.
El miedo de los profesionales
La Consejería ha subrayado que las agresiones a sanitarios están tipificadas como delito de atentado, lo que refuerza la gravedad de estos actos. En respuesta a la situación, la Administración autonómica ha impulsado distintas iniciativas, como talleres y formación práctica en los propios centros asistenciales, impartidos por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y funcionarios de instituciones penitenciarias.
Además de estas medidas, el Servicio Andaluz de Salud cuenta con el Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, una estrategia que aglutina diferentes herramientas para afrontar esta problemática. Entre las acciones más relevantes se encuentra el Proyecto de Decreto para la creación del Observatorio de Agresiones a Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, actualmente en fase de análisis de alegaciones.
La situación ha generado inquietud entre el personal sanitario, especialmente en el ámbito de la Atención Primaria. Desde la Consejería se ha reconocido que existen centros en los que los profesionales trabajan de forma aislada, lo que incrementa la sensación de vulnerabilidad. Según los datos del RIAC, el 52,52% de las agresiones se produjeron en este nivel asistencial, mientras que el 47,48% restante tuvo lugar en hospitales, donde el entorno suele contar con más presencia de personal y mayor seguridad.
