Miles de mujeres andaluzas se encuentran actualmente con la angustia de saber si tienen o no cáncer de mama. A pesar de que la prueba que se hayan realizado saliese negativa, la situación que se vive actualmente en Andalucía con los errores y retrasos en el cribado de la enfermedad ha generado dudas en las afectadas de forma más o menos directa. De momento, la Junta va a llamar a esas 2.000 mujeres con un resultado sin concretar.
La asociación Amama ha sido la encargada de denunciar la situación que se está viviendo en el Servicio Andaluz de Salud. Desde que se hicieran públicos los primeros casos, son cientos las llamadas que ha recibido esta organización de personas que no han sido atendidas correctamente por el SAS. La presidenta Ángela Claverol señaló en lavozdelsur.es que habían acudido en varias ocasiones.
Este jueves, Amama ha tenido una reunión con Rocío Hernández, consejera de Salud de la Junta de Andalucía. Un encuentro que, según ha dicho la presidenta de Amama en Cadena SER, ha estado lleno de reproches por parte de la responsable del departamento en el Gobierno andaluz. Claverol asegura que Hernández les ha mostrado su malestar por haber acudido a otro grupo parlamentario antes que a la propia Junta. "Le he dicho que llevamos tres años denunciando esto a los anteriores consejeros de Salud", en referencia a Jesús Aguirre (ahora presidente del Parlamento) y a Catalina García (actual consejera de Sostenibilidad). "He ido tres años seguidos y ya no tengo fe ninguna en que me atiendan".
Los reproches de la consejera
Claverol afirma que la Junta conoce los retrasos desde el covid, cuando la asociación ya preguntó a Jesús Aguirre por qué no les daban las quimioterapias. No obstante, Amama fue flexible debido a la situación de excepcionalidad. "Con todos los consejeros hemos vuelto a hablar de los retrasos. Nos llegan llamadas diarias".
La presidenta de esta asociación denuncia que Hernández les ha acusado de ser "muy alarmistas" y de ver el vaso "siempre medio vacío". En esta línea, tanto Claverol como otras afectadas han criticado el el Gobierno andaluz las trate como simples casos. "No soy un caso, tengo cara y soy una persona".
