El agravio siempre ha sido un sentimiento que mueve muchas pasiones y que logra capitalizar el enfado. En los últimos años, también se ha convertido en una estrategia política cuyos éxitos son cada vez mayores. Hubo una época en la que tan sólo se practicaba desde Cataluña y el País Vasco, sin embargo, ahora también consigue resultados a nivel provincial.
Estas reivindicaciones - que pueden ser más o menos lícitas - han encontrado la forma de ver la luz. El éxito más evidente fue el de Teruel que, tras ver pasar promesas incumplidas en cada legislatura, decidió formar un partido para que esas promesas tuvieran un algún voto en el Congreso de los Diputados como garantía. La situación luego se vio replicada en Castilla y León con el gran resultado de Soria Ya en las elecciones. En Andalucía, aunque hubo plataformas políticas en Huelva y Jaén que lo intentaron, no tuvieron el mismo éxito.
Esto no es algo que se circunscriba a pequeños territorios. Recientemente, con la creación de la Agencia Espacial Española y su descentralización, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó la medida señalando que el Gobierno iba en contra de Madrid. Su homólogo en Andalucía, Juanma Moreno, también repite una y otra vez que en Andalucía no somos menos que en Cataluña. Curiosamente, (casi) siempre, toma el mismo ejemplo.
Como nadie está libre de pecado, dentro de Andalucía también existen estas rivalidades y estos sentimientos de agravio comparativo entre las diferentes provincias. Durante muchos años - y seguramente todavía se mantiene - hubo animadversión contra Sevilla, la capital de la comunidad autónoma. Algo que ver tenía el hecho de que todos los presidentes que había tenido Andalucía en democracia estaban vinculados a esta provincia y a su ciudad homónima.
El 1992 fue un ante y un después de unas rivalidades de las que tampoco ha escapado el fútbol ni Canal Sur. Las retransmisiones de la televisión pública y sus comentarios siempre han estado observadas con lupa para comprobar la ecuanimidad del ente público entre todas provincias. La Expo y la llegada del AVE en el año mencionado supusieron un desarrollo para Sevilla inalcanzable para el resto de provincias.
Parecían las aguas más calmadas cuando esta semana el viejo enfrentamiento entre Málaga y Sevilla ha vuelto a resurgir. El motivo ha sido que la capital de la Costa del Sol ha logrado una conexión aérea con Nueva York en detrimento de Sevilla. Este hecho, del que es partícipe la Junta de Andalucía, ha sentado muy mal en el Consistorio sevillano llegando el equipo de gobierno municipal, incluso, a acusar al Gobierno andaluz de entorpecer el desarrollo turístico de la capital hispalense. El PP de Sevilla, por su parte, ha culpabilizado al alcalde, Antonio Muñoz, por su "nefasta gestión".
Esta situación coincide con el desarrollo económico de Málaga y, sobre todo, con el primer presidente de la Junta de Andalucía que es malagueño. Todos estos ingredientes han provocado que muchos piensen mal y reaviven las viejas rencillas entre las dos ciudades y provincias más pobladas de la comunidad autónoma. Además, el cabreo en Sevilla llega impulsado por el retraso de infraestructuras, aunque estas no dependen directamente de la Junta: SE-40 y red de metro.
A pesar de todo, Juanma Moreno, presidente de la Junta, insiste desde que llegó al cargo de que este Gobierno "sí cumple con Sevilla". Mientras tanto, el resto de provincias, algunas de ellas como Jaén, Almería y Huelva prácticamente incomunicadas por ferrocarril con el resto del territorio, miran con estupor este enfrentamiento.
Sin embargo, en los tres años que el PP ha completado al frente de la Junta de Andalucía, la ejecución de los presupuestos en las memorias publicadas por la administración andaluza dejan datos que, a buen seguro, sorprenden a mucha gente. Todo ello a la espera de que se conozca la inversión de la Junta de Andalucía en 2022 con los presupuestos prorrogados. Todos los años han tenido peculiaridades, ya sea por elecciones o por la pandemia.
En cualquier caso, la provincia que más dinero en inversiones ha recibido según la Junta de Andalucía ha sido Cádiz, una provincia que es la tercera en población pero que en ninguno de los tres cursos ha bajado de los 200 millones haciendo un total de 755.958.238 euros. A la provincia gaditana le sigue Sevilla, con una inversión de 749.714.079 euros para sus casi dos millones de habitantes, y Málaga en tercera posición con 623.582.942 euros. Por su parte, a la cola están Huelva (361.249.200), Córdoba (439.987.847 euros) y Jaén (454.429.353 euros).
Aunque los datos absolutos dicen una cosa, resulta que los datos de la inversión por habitantes dicen otra bien distinta. Huelva y Jaén, a la cola en inversión total, son las dos provincias con mayor gasto por habitante en cuanto a inversiones de la Junta de Andalucía. Los jiennenses lideran este ranking con 724 euros por persona mientras que los onubenses son segundos con 687 euros por persona teniendo en cuenta la suma de la ejecución presupuestaria en 2019, 2020 y 2023. Cádiz es la tercera. Por su parte, Málaga está en última posición con 367 euros por persona - si bien es cierto hay un fuerte peso de la inversión privada y no son pocas las ocasiones en las que los poderes públicos guían estas inversiones -, seguida muy de cerca por Sevilla con 384 euros.
En estos datos se dejan fuera variables como la densidad territorial, la despoblación o la dispersión. Circunstancias que a nivel nacional son el principal escollo para sacar adelante un nuevo sistema de financiación autonómica que cuente con el consenso de todas las comunidades. Pero al mismo tiempo deja claro que el gasto y la inversión de los gobiernos no son siempre lo que parecen.
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