El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado este miércoles al Partido Popular de "regodearse" con la filtración de sus mensajes privados al exministro José Luis Ábalos, y ha recordado que la difusión de esas conversaciones publicadas por El Mundo constituye un delito. La tensión ha vuelto a estallar en el Congreso durante la sesión de control al Ejecutivo, donde el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado para exigir de nuevo un adelanto electoral.
“Váyase. Convoque elecciones. Algo de bochorno le va a ahorrar a los españoles. Siga echando de menos al señor Ábalos. Nadie le echará de menos a usted”, lanzó Feijóo desde la tribuna, en uno de los momentos más duros del debate. El jefe de la oposición acusó a Sánchez de “tener miedo” a su exnúmero dos y de implicarse personalmente en el polémico rescate de Air Europa.
El PP acusa a Sánchez de encubrir el rescate de Air Europa
Feijóo aseguró que los mensajes revelados muestran que Sánchez "era el 'uno' que estaba al tanto de todo", y le culpó directamente de “tapar” el caso por haber participado activamente en la operación de rescate de la aerolínea. A su juicio, esa implicación justificaría el silencio posterior del presidente ante las investigaciones que salpican a Ábalos.
En su réplica, Sánchez arremetió contra la estrategia del PP, al que acusó de llevar “siete años judicializando la política, difundiendo bulos y promoviendo la desinformación”. El jefe del Ejecutivo ironizó con el hecho de que los populares prefieren alimentar polémicas antes que proponer medidas: “Ustedes en la oposición, entretenidos con las casquerías que les dan, y este Gobierno mejorando la vida de la gente”, afirmó.
Sánchez avisa del "liderazgo averiado" de Feijóo
El presidente también aprovechó para lanzar una advertencia sobre el futuro de su rival político: “El congreso nacional del PP de julio no va a acallar el runrún de un liderazgo averiado”, sentenció, en referencia a las tensiones internas que rodean a Feijóo. Sánchez, que no negó la existencia de los mensajes, defendió su actuación y se centró en desacreditar el uso político de filtraciones ilegales.
El cruce dialéctico refleja el clima de confrontación permanente entre Gobierno y oposición, en un contexto en el que el PSOE trata de cerrar el caso Ábalos mientras el PP insiste en vincularlo directamente a la cúpula de Moncloa. El uso de mensajes privados como munición política marca una nueva fase en la guerra abierta entre ambos líderes.
La publicación de las conversaciones ha causado un fuerte impacto político y mediático, no solo por su contenido, sino por su origen. La filtración, según Sánchez, no solo vulnera derechos fundamentales, sino que expone un patrón de "persecución personal" que atribuye a sus adversarios.
Feijóo, por su parte, se mostró decidido a mantener la presión sobre el caso y reiteró su exigencia de elecciones anticipadas, convencido de que el caso Ábalos pone fin a la “credibilidad” de Sánchez. “No puede sostenerse un Gobierno sobre el silencio y la desconfianza”, concluyó el líder del PP, en una sesión que mostró un nuevo pico de tensión en la legislatura.