Llevaba Ángel Contreras menos de un mes en el cargo, pero el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha decidido prescindir del presidente de Adif, la empresa pública encargada de las infraestructuras ferroviarias.
Mientras Puente asegura que nunca ha estado mejor el tren en España por el incremento de viajeros que se ha experimentado en los últimos tiempos, también es cierto que las crisis reputacionales se han multiplicado, con retrasos diarios en Media Distancia y Cercanías.
Una situación delicada porque la oposición ha puesto el foco en la gestión de Renfe y Adif. Al haber también cada vez más pasajeros, cuando ocurre una incidencia, esta multiplica el número de afectados. Líneas como la que une la provincia de Cádiz con Sevilla van a retraso diario. Un asunto, el de las tardanzas, que además tiene una consecuencia: si un tren va tarde por cualquier causa, puede acabar provocando que el paso por las vías retrase a otras hasta que acabe la jornada, al final de la noche.
Pero, más allá de ello, El Español, que adelantó la destitución de Contreras, afirmaba este viernes que Puente ha decidido continuar con la purga iniciada meses atrás respecto a los dirigentes que estaban con Ábalos. Si bien Contreras llegó a la presidencia del ente con Óscar Puente en el cargo, ya se han conocido investigaciones que situarían a Contreras en conversaciones con Koldo, el asesor del exministro, que fue expulsado del partido.
El caso de la presunta compra de mascarillas para el desvío de fondos dentro del Gobierno sigue coleando y parece que Puente quiere acabar con toda sospecha.
