El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha mostrado como pocas veces en una entrevista íntima y poco convencional concedida a El Español, en la que repasa sin filtros su vida personal, su relación de pareja, la paternidad, la presión del poder y hasta sus gustos musicales más rebeldes. Un retrato alejado del discurso institucional que pone el foco en el lado más humano del dirigente andaluz.
Uno de los pasajes más llamativos llega cuando habla de Manuela, su esposa, y de cómo nació su historia de amor. Moreno relata que la conoció en un congreso nacional del partido en Madrid, en una de las habituales fiestas posteriores. “La vi mona e inteligente…”, confiesa, antes de destacar su brillante expediente académico: “La mejor de su promoción”. Reconoce, además, que en muchos aspectos ella es “más brillante que yo” y que, de haber seguido una carrera política, con un poco de "suerte", “podría haber llegado lejos”.
La relación se consolidó poco después, ya en Madrid, cuando ella realizaba un doctorado y le pidió ayuda para un trabajo. Él aprovechó la ocasión: “No tengo tiempo, ¿por qué no quedamos a cenar y yo te explico…?”. Primero fue un café, después una cena, y ese verano, recuerda, fue “el verano del amor”.
En la entrevista también aborda sin rodeos la “erótica del poder”, admitiendo que existe y que una posición de liderazgo hace a una persona “más interesante”. Aun así, asegura que su mujer lo lleva bien, aunque reconoce algún episodio incómodo. El más gráfico ocurrió en Tarifa, cuando dos jóvenes le pidieron una foto “pegadas cara con cara” delante de su esposa. “‘Qué poca vergüenza’”, recuerda que le dijo ella, "filpada".
Moreno habla también de sus tres hijos, de las ausencias que le provoca la política y de su forma de educar desde el afecto, repitiéndoles constantemente “te quiero”, algo que contrasta con la educación recibida por sus propios padres. Reconoce haber acudido al psicólogo en momentos de presión y confiesa que ahora practica mindfulness para reducir el “murmullo mental”.
“No soy guapo, pero es más importante ser atractivo”, afirma, definiéndose como constante y Tauro. Amante de Agatha Christie, admirador de Lola Flores: "Potencia, bravura, poderío… tuve la suerte de verla en directo una vez, y era chiquitito… tenía 9 o 10 años y quedé muy impactado.". Se recuerda a sí mismo hecho "un pintas" como le decían sus padres. Con el pelo corto de un lado y largo del otro. Propio de la estética de su adolescencia en los 80. Llegaba a escuchar La Polla Records y Siniestro Total, el presidente reivindica una rebeldía que no ha perdido: “Aún soy rebelde contra la injusticia”.