El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha dedicado parte de su intervención en el Parlamento para atacar a Pedro Sánchez y al PSOE, a los que acusa de “humillarse” ante el líder de Junts, Carles Puigdemont, solo para “mantenerse unos meses más en la Moncloa”. Moreno calificó de escena “insólita” lo ocurrido esta semana entre el PSOE y Junts, toda vez que los independentistas dan por acabada la legislatura, a lo que el Gobierno está respondiendo con intentos de volver a contar con ellos.
Las declaraciones llegaron como respuesta a la portavoz socialista, María Márquez, que había acusado a Moreno de ser “sirviente” de la iniciativa privada, especialmente en la sanidad. El presidente devolvió el ataque apuntando más alto: aseguró que el “mayor sirviente” ahora mismo en España es Sánchez, “sirviendo los intereses espurios del nacionalismo catalán”. Remató con ironía, animando al PSOE a seguir “por el camino de las mentiras y la manipulación”, porque, según dijo, así tendrán “un gran futuro por delante”.
Moreno cargó contra la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, por su presencia anunciada en la inauguración de Santana Factory en Linares. El presidente de la Junta calificó de “desfachatez” que acuda el viernes a la apertura oficial “sin haber puesto un céntimo” en la recuperación del proyecto industrial.
Santana Factory simboliza el regreso de la actividad automovilística a Linares con una inversión superior a 20 millones y la previsión de unos 200 empleos a medio plazo. Moreno defendió que ha sido su Gobierno, “en solitario”, quien ha resucitado la automoción en la ciudad después de que los Ejecutivos socialistas “cerraran” Santana Motor. Recordó que en 2012 la factoría estaba “envuelta” en investigaciones judiciales y que el cierre que ejecutó el PSOE en 2011 llegó tras “gastar más de 600 millones”, lo que derivó en el 'caso ERE', donde se repartieron 100 millones.
“Viene a hacerse la foto”, denunció Moreno, subrayando que Montero acude como si hubiera colaborado en el proyecto. Llegó a amenazar con sumarse a actos en los que la Junta no tenga competencias para que “vean” lo que, a su juicio, está pasando. Y remachó que la actitud del Gobierno central es una “desfachatez”.
Montero contraataca: cribados de cáncer de mama y contratos de emergencia
Desde Sevilla, Montero replicó al presidente andaluz y puso el foco en la sanidad pública. Preguntada por el archivo por parte de la Fiscalía de la denuncia por el supuesto borrado de mamografías, la vicepresidenta afirmó que sigue siendo “gravísimo” que, dos meses después, la Junta aún no haya aclarado qué ha ocurrido con el programa de cribados de cáncer de mama.
“La Fiscalía se ha pronunciado, ahí está el resultado de lo que ha dicho, pero que nosotros vamos a seguir exigiendo, como no puede ser de otra manera, explicaciones”, recalcó. Relacionó el “aluvión” de mujeres que acudieron a consultar sus historiales con la inseguridad generada en miles de personas pendientes de diagnóstico. Lanzó una batería de preguntas: “¿Cuántas mujeres de las que no se citaron han desarrollado el cáncer y cuántas no? ¿Qué ha ocurrido en relación con esas mujeres, han acudido a la cita?”.
Montero criticó también que Moreno no explicara en el reciente debate sobre el estado de la comunidad “qué está ocurriendo en la sanidad pública” y denunció que solo se busque dar “apariencia de que todo va bien”. Señaló las declaraciones judiciales pendientes por los contratos de emergencia del SAS, incluida “una consejera que sigue en el Gobierno”, y afeó que el presidente andaluz hablara más de “Koldo” y de “Ábalos” que del caso del presidente de la Diputación de Almería investigado por corrupción.
Vox arremete contra el PP y habla de 48 años “perdidos” de autonomía
En la ronda con los portavoces, Vox decidió entrar de lleno en la refriega. Su portavoz, Manuel Gavira, afirmó en estos prolegómenos del 4 de diciembre que, 48 años después del arranque de la autonomía, Andalucía sigue con “los mismos problemas” en sanidad y empleo, e incluso con “nuevos problemas” creados, según dijo, desde que el PP gobierna la comunidad.
Gavira acusó a los populares de estar “en hacer la gran coalición” con el PSOE, tanto a nivel nacional como, insinuó, en un futuro en Andalucía. Frente a ese supuesto entendimiento, defendió que existe “otra forma de hacer las cosas”, que, a su juicio, se ha demostrado en otras comunidades “como la de Valencia”, donde Vox sostiene al Gobierno autonómico.
La sesión terminó convertida en un intercambio de golpes por la corrupción. PSOE, Por Andalucía y Adelante acusaron al presidente andaluz de ejercer una “condena selectiva”: muy duro con los casos del PSOE, pero laxo con los del PP. Márquez le recordó la escena de su “mano derecha” en la Diputación de Almería esperando a los detenidos y denunció que el Gobierno andaluz tiene contratos con implicados en el caso Mascarillas.