"Por favor, que vuelva otra vez el PSOE". Estas fueron unas palabras de Juanma Moreno en uno de los últimos plenos del año que captaron la atención tanto dentro como fuera de Andalucía. El presidente de la Junta realizó una súplica a Juan Espadas en plena sesión de control para que se separase de la línea marcada por su dirección nacional.
Más allá de la anécdota, parece que es una estrategia real dentro del Partido Popular para intentar atraer a los socialistas, poder negociar con ellos y centrar la imagen de Juanma Moreno como presidente. Esta vez ha sido Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, el que ha insistido en la idea.
Sanz ha pedido al PSOE que "vuelva al camino de la defensa de Andalucía y del Estatuto de Autonomía, del que en estos momentos está fuera y se ha alejado". El número dos de la Junta ha insistido en que el PSOE ha renunciado a ser alternativa. "Ejerce un papel de delegado de Sánchez en Andalucía: Ver al PSOE andaluz defender los pactos con Bildu, la ley de amnistía, el diálogo con los prófugos de la justicia, la reducción del delito de malversación, la ley de indulto, la ley del 'sí es sí' o los privilegios en materia de financiación autonómica para Cataluña y el País Vasco en detrimento de Andalucía es una clara renuncia al ejercicio de alternativa de gobierno".
"Los andaluces echan de menos a un PSOE que defienda a Andalucía y que no viva obsesionado por defender a Sánchez", ha apuntado el consejero, para quien los diputados andaluces del PSOE en el Congreso y en el Parlamento autonómico, donde juraron o prometieron acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía, hoy están "traicionando" ambos textos.
"Se echa de menos un PSOE con camiseta de Andalucía, porque hoy se ha echado a los brazos de Sánchez y ha abandonado esta tierra y a su pueblo", según ha señalado Antonio Sanz, quien, en cualquier caso, ha invitado al PSOE-A a defender una financiación justa para Andalucía y a que exija al Gobierno de Pedro Sánchez que haga frente al problema de la sequía en esta comunidad.
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