El Gobierno de Andalucía se ha mostrado optimista sobre las opciones de crecimiento de la comunidad durante el próximo 2022. En concreto, Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, lo ha cifrado en un 7%. Por su parte, desde la Junta de Andalucía establecen que el crecimiento en 2021 será del 6,5%. Ambos porcentajes “ligeramente por encima” de las previsiones que hace el Banco de España o la OCDE para el conjunto del país.
Esto, según los datos que maneja la consejería de Velasco, supone la creación de entre 115.000 y 125.000 puestos de trabajo para 2022. Unos datos que contrastan con los conocidos esta semana, que señala el aumento del desempleo en Andalucía en 8.600 personas, mientras desciende el paro a nivel nacional por primera vez en 46 años en el mes de octubre. Velasco ha achacado esto a la estacionalidad.
El consejero ha evitado responder a las preguntas de la prensa sobre si las previsiones en años anteriores se habían cumplido, en este caso hablamos de 60.000 puestos de trabajo. Sin embargo, a finales de 2020 había en Andalucía 83.000 parados más que en 2019, posiblemente debido a la pandemia. Aun así, a final de 2019, el desempleo apenas había bajado en 10.000 personas con respecto al último año del Gobierno socialista. Datos, tanto los afectados por la pandemia como los que no, muy alejados de los 600.000 puestos de trabajo que prometió Moreno Bonilla en su campaña a finales de 2018 para ser presidente de la Junta.
El consejero ha incidido en que “prefiero quedarme con la tasa interanual”. Con este dato, el empleo en Andalucía crece un 3,1% con respecto al año pasado mientras que, en el conjunto de España el crecimiento es del 2,7%. Esto supone, según los datos de la consejería, que en Andalucía se han creado 155.000 puestos de trabajo en el último año tras el impacto del covid durante el 2020, en concreto, uno de cada cuatro empleos en España.
Velasco espera que los presupuestos presentados sirvan para pasar “de una fase de deterioro a una fase de crecimiento” y los cataloga como “los mejores presupuestos posibles dadas las restricciones de la economía”. El consejero cree que estas cuentas deben jugar “un papel de relanzamiento” y espera que a partir de 2023 haya “una fase de normalidad en ingresos, gastos y situación del mercado de trabajo”.
A pesar de las previsiones positivas, Rogelio Velasco también ha advertido de la posibilidad de que la situación no acabe siendo tan buena como se prevé. El responsable de Economía ha calificado como “nubarrones” el desabastecimiento existente a nivel mundial por “la no correspondencia entre la oferta y la demanda”. La falta de microprocesadores está ralentizando la comercialización de muchos productos y provocando “un cuello de botella” que, unido al precio de la energía, a la transición de “energías sucias a energías limpias” y a la “volatilidad de los mercados internacionales”, puede ralentizar el ritmo de crecimiento, ha explicado el consejero. Según manifiestan desde la consejería, la tensión energética durará hasta mediados de 2022.
No obstante, y aunque hay instituciones con datos menos optimistas para el crecimiento de Andalucía, desde la Junta defiende que son previsiones “sensatas y prudentes” que se pueden mantener “con la información que manejamos a día de hoy”. Aun así, Velasco anuncia que se actualizará las previsiones “con la información que vaya saliendo”. Lo que no variaría el crecimiento, según el consejero, sería la no aprobación de los presupuestos. Esta circunstancia, afirma, “no sería relevante en el impacto sobre el PIB”, algo que contrasta con la importancia que le ha dado Juan Bravo, consejero de Hacienda, a la aprobación de las cuentas para llevar a cabo las inversiones.
También ha tenido oportunidad Rogelio Velasco de contestar a dirigentes socialistas, como Antonio Ramírez de Arellano (PSOE), que, citando datos del BBVA Resarch catalogaba de “inventiva” las previsiones del Gobierno. Este organismo establecía el crecimiento en 2022 en un 5,2%, tres décimas por debajo del crecimiento estatal. El consejero ha respondido afirmando que la Secretaría de Economía y el Instituto de Estadísticas de Andalucía está compuesto por “magníficos profesionales y no nos inventamos nada”.
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