En política no caben prácticamente las casualidades. En todo caso, las causalidades, las relaciones de causa-efecto. La marejada interna que se vive en el PSOE —especialmente en el PSOE de Cádiz— desde el cataclismo de las pasadas municipales del 28M —con la pérdida de la Diputación de Cádiz incluida— está reconfigurando todo el partido a nivel interno. Los movimientos tectónicos no cesan y hay reconciliaciones inesperadas y lunas de miel que se convierten en lunas de hiel.
Si hasta hace no mucho Mamen Sánchez era incondicional de Juan Carlos Ruiz Boix, actual secretario general de los socialistas gaditanos, la crisis orgánica particular de la ex alcaldesa de Jerez ha provocado un inesperado giro en las relaciones de una de las mayores agrupaciones socialistas de la comunidad, una que era clave precisamente para el sostenimiento de Ruiz Boix al frente del partido, poder que obtuvo tras unas apretadas primarias con Irene García, anterior secretaria general y que cedió la presidencia de la Diputación en favor del también alcalde de San Roque.
A éste el caramelo apenas le duró un año, tras el trompazo del pasado 28M, y desde la cúpula provincial no se dudó en señalar a Jerez como uno de los grandes fiascos para no retener el poder provincial. Era obvio: el resultado estuvo muy lejos de lo esperado y Pelayo y el PP no solo ganaron, arrasaron.
A partir de aquí, la familia UGT de los socialistas jerezanos puso el partido patas arriba y lanzó un órdago a Mamen Sánchez, tratando de desbancarla de una candidatura al Congreso —cosa que finalmente no logró, pese a que Isabel Gallardo se impuso en las primarias a nivel local— y tratando de hacerle perder el control del grupo municipal en el Ayuntamiento de Jerez —cosa que tampoco ha sucedido, pues el ugetista Rubén Pérez está fuera de la política tras renunciar a su acta—.
Para apaciguar el partido, Ruiz Boix nombró en Cádiz a un ex asesor del anterior gobierno municipal del PSOE, el ugetista Israel Pérez, y colocó a media jornada en el Ayuntamiento de San Roque a Alberto Garrucho, estrecho colaborador de Mamen Sánchez.
Sin embargo, la equidistancia de Ruiz Boix no han convencido y, pese a que la nombró presidenta del PSOE de Cádiz y era una de sus grandes bazas para controlar el partido en la provincia, la actual diputada Mamen Sánchez lleva dos semanas consecutivas compareciendo en rueda de prensa con Irene García, lo que propios y extraños ya han interpretado como un claro posicionamiento ante el futuro que se abre sobre un partido hecho trizas. ¿La vuelta del susanismo a la primera línea más pronto que tarde?
A todo esto, habría que añadir que Mamen se ha acercado además a los partidarios del susanismo en Jerez, forzando la irrupción de Susana Romero (reconocida susanista) como concejala y de Inma de la Corte (ídem a la anterior) como asesora del Grupo Municipal Socialista. "Ella siempre fue susanista. Es lógico que acabe donde empezó y siempre estuvo. Piensa que eso puede recomponer una nueva mayoría en el partido, ya sin la UGT", valoran fuentes del partido a este periódico.