Alberto Núñez Feijóo anunció este pasado lunes que el Partido Popular celebrará un congreso extraordinario el próximo julio —para empezar septiembre con el partido reseteado—, si bien solo es extraordinario porque se adelanta un año, ya que tiene todos los condimentos de una cita congresual de carácter ordinario, incluyendo una ponencia política que servirá para rearmar ideológicamente al partido.
Se abre el melón, por tanto, en cuanto al posicionamiento del PP en temas como el aborto, la eutanasia, el cambio climático, la política internacional o las relaciones con Vox, al que según dice Feijóo "se le ha caído el patriotismo. Prefiere una palmadita de líderes extranjeros que defender los intereses de su país".
El nerviosismo interno ya era palpable desde el minuto 1 del anuncio, pues este sínodo popular —que no cónclave, que se realiza tras la muerte o dimisión de un Papa— incluirá un refresco también de los altos mandos de la cúpula nacional, una renovación de cardenales —por seguir con el símil— y de las portavocías que deben conducir a Feijóo hasta un nuevo intento por conquistar la Moncloa.
En principio, no parece que el dirigente gallego vaya a tener competencia en esta convocatoria, pues ya Isabel Díaz Ayuso, la sempiterna alternativa, le ha expresado su apoyo. "Pasamos del cónclave para elegir Papa al cónclave del PP", dijo Feijóo, en un símil muy comentado en los medios de comunicación y entre sus propios compañeros.
Nuevo cónclave en julio
"Aquí ya sabemos quién va a ser el Papa", reseñó Juanma Moreno, barón andaluz del partido, al referirse a la equiparación que hizo el indiscutible líder nacional. "Hemos tenido el Comité Ejecutivo Nacional" del PP, en cuyo marco "hemos aprobado nuestro nuevo cónclave", porque "vamos a tener un cónclave en julio", aunque "aquí ya sabemos quién va a ser Papa", con lo cual "tiene menos interés", según ha bromeado.
La convocatoria de un congreso del partido este verano —los días 5 y 6 de julio en Madrid— tienen el objetivo de "activar" a la formación y que esté "preparada" para "hacer frente a las urnas a Pedro Sánchez", máxime cuando, a juicio, el Ejecutivo central "está ya en su cuenta atrás". No se descarta, de hecho, que las próximas elecciones generales coincidan con las autonómicas en Andalucía, previstas en principio para mediados del año que viene.
Dispuesto a revisar el sistema de primarias
Feijóo se ha mostrado partidario de revisar el sistema de 'primarias' con doble vuelta que aprobó el Partido Popular de Mariano Rajoy en 2017 ante el XXI Congreso que la formación celebrará en julio.
El PP de Rajoy cambió el sistema de elección del presidente del partido en el último congreso ordinario con debate de ponencias, celebrado en febrero de 2017 en la Caja Mágica de Madrid. De acuerdo a ese modelo, en primera vuelta votan los afiliados y, en la segunda, los compromisarios. Hasta entonces, el peso en exclusiva de esa elección había recaído en los compromisarios, un modelo que probablemente se recupere.
Desde 2015, Ciudadanos había hecho de las primarias una de sus condiciones para llegar a pactos con los 'populares'. Y el PP de Madrid —tanto con Esperanza Aguirre como con Cristina Cifuentes— se convirtió pronto en un firme defensor de ese nuevo sistema para elegir a un candidato. También Díaz Ayuso, lo ha defendido públicamente. El líder del PP se muestra dispuesto a abrir un debate para "mejorar" el actual sistema de elección del presidente. "El sistema de elección tiene margen de mejora", han añadido fuentes de su equipo a Europa Press, que han recordado que así lo ha expresado en más de una ocasión el propio Feijóo.