Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, cumple su tercer día en prisión preventiva desde que el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ordenara su ingreso en la cárcel de Soto del Real el pasado lunes. El dirigente socialista se enfrenta a acusaciones por cohecho, pertenencia a organización criminal y tráfico de influencias, en una causa que ha sacudido el entorno político nacional.
Desde su llegada, Cerdán ha sido sometido al protocolo habitual para internos primerizos, lo que incluye la asignación de un recluso de apoyo y su inclusión en el programa de prevención de suicidios, un mecanismo diseñado para evitar riesgos en los primeros días de adaptación al entorno penitenciario. Soto del Real es una prisión que alberga a 1.359 internos, de los cuales más de 900 son preventivos, por lo que deben estar separados de los penados.
Rutina diaria y condiciones dentro del centro penitenciario
Las instalaciones de esta prisión madrileña cuentan con zonas deportivas, gimnasio y piscina al aire libre, y casi todas las celdas están equipadas con televisión y ducha, elementos que los internos adquieren por cuenta propia. En su nuevo día a día, el ex dirigente socialista dispone de 100 euros mensuales en una tarjeta para el economato, y puede registrar hasta diez números de teléfono para comunicarse mediante las cabinas disponibles.
La jornada en Soto del Real, como detalla 20 Minutos, comienza a las 7.30 horas con el primer recuento, seguido de actividades formativas o talleres. A media mañana, los internos tienen acceso a tiempo libre para realizar deporte u otras actividades, hasta la comida a las 13.00 horas. Tras el almuerzo, los presos permanecen en sus celdas hasta las 16.30, momento en el que retoman las actividades de ocio.
Entre las opciones disponibles se incluyen ver la televisión, practicar deporte o jugar a las cartas, hasta las 19.00 horas, cuando concluye el acceso al patio. A partir de ahí se sirve la cena, y a las 20.30 horas los internos regresan a sus celdas hasta el día siguiente. Cerdán comparte esta rutina con otros internos que también se encuentran en situación de prisión provisional.
Mientras avanza la instrucción del caso, el exnúmero dos del PSOE permanecerá en esta prisión, apartado de la actividad política y bajo supervisión constante del equipo penitenciario. La investigación sigue abierta, y se espera que en los próximos días se definan los siguientes pasos judiciales en una causa que mantiene en vilo a buena parte del ámbito institucional.
