España, ¿y ahora qué? Estos son los tres escenarios que se plantean

La presidencia popular es improbable por la falta de entendimiento con los nacionalistas. Igualmente, Sánchez lo tiene muy difícil. Lo más probable es una repetición

Feijóo y Sánchez, la pasada noche tras conocer los resultados electorales.
Feijóo y Sánchez, la pasada noche tras conocer los resultados electorales.

Los resultados de la pasada noche electoral han abierto varios escenarios posibles para el país. Una victoria del PP numérica, con apenas un 1% por delante del PSOE, no es suficiente para saber aún qué pasará. Si bien el PP ha ganado en la mayoría de provincias, no ha cumplido las expectativas que tenían, algo evidente en el rostro de los candidatos de anoche en el balcón de la calle Génova, sede nacional de la formación. 

La clave en el corto plazo es si Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo son capaces de amarrar 176 síes para un apoyo en primera ronda de votación en el Congreso. Alternativamente, sin alcanzar esos 176 síes, que en segunda votación consigan más síes que noes, a cuenta de pactar alguna abstención que les aúpe a La Moncloa, la conocida como mayoría simple. Estos son los tres posibles escenarios actuales.

Sánchez, elegido presidente: posible, pero no lo más probable

Para que Pedro Sánchez alcance la presidencia, necesita hacer muchos números. Con sus 122 diputados más los 31 de sumar, sigue necesitando el voto afirmativo de PNV, Bildu, ERC, BNG y Junts, que entre ellos suman 26. Eso conformaría una mayoría de 179 diputados, por lo que incluso podría permitirse no pactar con BNG. Eso, para la mayoría absoluta. 

Descartado queda a esta hora del lunes que el PSOE logre pactar con Coalición Canaria, un partido regionalista que ha sido muy duro con Pedro Sánchez. Igual de imposible es el voto de UPN, un partido que, si bien llegó a pactar con el Gobierno la reforma laboral, es una formación navarra muy cercana al PP.

Para la mayoría simple, debería amarrar diputados y lograr que alguna formación de raigambre autonómica se abstenga. Y debe ser una con un número importante de diputados. En ese grupo están Bildu, PNV, ERC y Junts. Es este último el que más duro se plantea en una negociación. El partido de Carles Puigdemont ya ha dicho que no le debe nada a nadie, y que no le importa la gobernabilidad de España. Si lograse que pasaran del no a Sánchez a no abstenerse, el terreno se pondría muy sencillo para los socialistas.

Feijóo, elegido presidente: poco probable

A pesar de ser el partido más votado, con más votos y más diputados, al PP no le salen los números. Prácticamente, necesita una carambola parlamentaria. Y necesita esa carambola para ser presidente Feijóo ante un Congreso que tendría muy sencillo derrotarle con una moción de censura. PP y Vox suman 169 escaños, a los que se suman dos más, el de UPN y Coalición Canaria (este último tampoco hay que darlo por seguro para el sí y quizás los canarios se muevan en la abstención, ya que si bien Feijóo sí se entendería con ellos, está por ver si CC haría vicepresidente a Abascal).

Para que Feijóo venza, necesita que algún partido nacionalista castigue activamente a Sánchez. En primera ronda, parece imposible que Feijóo pacte con algún partido nacionalista. El PNV es un posible aliado, pero de nuevo está que los nacionalistas vascos no se entenderían bajo ninguna circunstancia con Vox, enemigos viscerales en el Congreso. 

En esa segunda ronda, Feijóo tirará de números para intentar más síes que noes y que algún partido nacionalista colabore con la abstención. El líder del PP ya ha dicho que al ser el más votado, se siente en la responsabilidad de intentar alcanzar una mayoría. Todo pasa por alguna posibilidad que roce la etiqueta de pacto secreto y conspiracionista: que Junts y el PP se entiendan para la abstención de los catalanes y permita un Gobierno de PP y Vox, tomando una postura casi anarquista en el Congreso, de dar la victoria al PP por incomparecencia en el escaño. Difícil, pero no lo más extraño que se ha dado en la política española en las últimas décadas.

Nadie gana, repetición electoral: lo más probable

La incertidumbre actual implica que algún partido debe llegar a algún acuerdo casi impensable a estas horas de la mañana. Para empezar, dar por sentado que los nacionalistas apoyarán a Sánchez sí o sí es suponer mucho. Porque venderán caro su apoyo, tanto para dar el sí como abstenerse y permitir a nadie gobernar. Si un candidato de Bildu o ERC vieran que es obligado elegir entre un presidente u otro, Sánchez tendría las de ganar. Pero es que para todos está presente esta tercera vía, la de repetir.

Si Junts no se abstiene, se acabó. O incluso si Junts vota sí, pero no se abstiene Bildu, se acabó. O si en esa posición queda ERC, o Bildu. De los partidos en el Congreso con los que el PSOE tiene más posibilidades de entenderse, solo BNG sería prescindible para la matemática socialista, con un solo diputado. 

Y no olvidemos que cuatro partidos implicados son rivales entre sí y ven cercanas sus elecciones. En 2024 habrá comicios en el País Vasco y en 2025 en Cataluña. Si bien el PSOE puede pactar presupuestos y futuros apoyos en cámaras autonómicas, no olvidemos que Bildu y PNV serán contrincantes, lo mismo que Junts y ERC. Con esas perspectivas en la cabeza remacharán estos pactos durante este verano. Porque su electorado vigilará de cerca si se entienden demasiado con el PSOE. O demasiado poco. 

 

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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