"En tres días ya teníamos montado el staff de la consejería, todos amigos míos". Así de transparente es el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre, del supuesto Gobierno regenerador al frente de la Junta de Andalucía. Ni más ni menos que 140 profesionales con diferentes vínculos de amistad e incluso un sobrino suyo se pusieron al frente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) nada más desembarcar en el Ejecutivo autonómico. "Cuando me llamó Juan Manuel Moreno para ser consejero fue fácil: lo teníamos casi todo preparado y sabíamos qué teníamos que hacer y cómo. En tres días ya teníamos montado el staff de la consejería, todos amigos míos, personas muy cualificadas y conocedores de nuestro sistema sanitario", ha declarado Aguirre en días pasados a Diario Médico.
El caso más ilustrativo de este equipo tan familiar es el de José Rumbao, sobrino del consejero, pediatra con una sólida trayectoria que abandonó su puesto como director médico del hospital universitario Reina Sofía de Córdoba para incorporarse como coordinador a la Subdirección de Gestión Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS), según publica Diario Córdoba. "Desde la consejería apelan a ese prestigio profesional y definen como coincidencia su vínculo familiar con el responsable de Salud, subrayando en cualquier caso que no fue elegido directamente por Aguirre, sino por el gerente del SAS", alude el referido periódico digital.
En su programa electoral para las pasadas elecciones autonómicas del 2D, el PP recogía que "el nombrar de forma transparente a los directivos y publicar sus retribuciones es un compromiso de cualquier Gobierno democrático". Su socio de gobierno, Ciudadanos, abogaba durante la campaña por elegir a los altos cargos políticos mediante un concurso público de mérito y capacidad. El consejero de Salud fue antes senador del Partido Popular. Durante esa época, recoge Público, fue expresamente desautorizado por el PP nacional ya que abiertamente cuestionó la gratuidad y universalidad de la sanidad pública española. En 2012, y en su calidad de portavoz de Sanidad del PP en el Senado, aseguró: "Ahora que ya no estamos en campaña y han pasado las elecciones es momento de decir la verdad sobre el futuro de la sanidad en España: hablar de solidaridad, universalidad o gratuidad es una utopía".
La entonces presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, censuraba al senador de su partido Jesús Aguirre (senador por Córdoba) por animar a los políticos a "decir la verdad" sobre el futuro de la sanidad una vez pasadas las elecciones andaluzas y considerar que hablar de solidaridad, universalidad o gratuidad es "una utopía". "No es fácil de compartir esa filosofía", admitía Cospedal.
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