Una familia del casco antiguo de Sevilla denuncia que la delegación de Educación pretende escolarizar a su hijo mayor en un colegio concertado religioso, aunque habían solicitado para él cualquiera de los cuatro centros públicos cercanos de su zona. La madre, A.M., explica que decidieron no escolarizar a su hijo mayor y optar por una educación alternativa durante la etapa preobligatoria, entre los tres y los cinco años.
La sorpresa e indignación ha llegado cuando el niño ha cumplido la edad en la que debe comenzar Educación Primaria. Tras elegir para él alguno de los colegios públicos de la zona norte del casco histórico donde residen, se han visto sorprendidos por la decisión de la administración educativa de escolarizar a su hija pequeña en uno de ellos, mientras que a su hermano lo envían a un centro religioso, el Sagrada Familia Carmelitas.
Los padres de los menores, de cinco y dos años y medio de edad, no entienden esta decisión. Mientras el Gobierno andaluz y su Consejería de Educación enarbolan la “libertad de elección de centro” como una de sus banderas, estos padres están muy preocupados porque su hijo se vea forzado a acudir a un centro religioso, contraviniendo el ideario de la familia y el modelo educativo que han escogido para él y su hermana.
La decisión de la delegación de Educación de escolarizar a los niños en dos centros diferentes, un concertado religioso para el hermano mayor y el CEIP Altos Colegios para su hermana, supone un grave problema de conciliación familiar. La decisión es llamativa, pues la administración educativa dice priorizar la escolarización de hermanos en el mismo centro, siendo éste uno de los apartados que más puntos otorga en el proceso de escolarización.
Este caso vuelve a poner de relieve, un año más, el déficit de plazas públicas en el centro de Sevilla, denuncian desde el sindicato Ustea. Esta zona cuenta tan solo con cinco centros educativos públicos que cada año reciben muchas más solicitudes de las que pueden atender. En los últimos cursos, el problema se ha dado en educación infantil, aunque en esta ocasión, la falta de plazas se produce en primero de primaria.
Las familias del centro, agrupadas en la plataforma “Cole Centro, ¡Ya!”, junto a Ustea y otras organizaciones sociales y sindicales, llevan más de diez años reivindicando la apertura de un nuevo colegio que daría solución a esta situación. El nuevo colegio público ya está aprobado, el solar para su construcción adjudicado e incluso existe el código identificativo del mismo en el listado de centros educativos andaluces. A pesar de todo, de nuevo este año, niños y niñas del centro vuelven a quedarse sin plaza en los colegios públicos de su barrio.
Ante las protestas de las familias, la administración responde que los colegios públicos del centro están al límite de su capacidad. Lo cierto es que las aulas de primero de primaria de los colegios del centro, como otros muchos, comenzarán el curso por encima del límite legal de alumnado, pues aunque la ratio máxima legal es 25, ya hay matriculado alumnado por encima de este límite. Las familias y las organizaciones sociales del barrio defienden que la única solución es la apertura del colegio público que lleva demandándose desde 2005.
La situación de las familias del casco antiguo de Sevilla es la misma que ya ha sido denunciada en otros puntos de Andalucía, en localidades de las provincias de Cádiz y Córdoba, donde otros niños y niñas cuyas familias han optado por la escuela pública y la educación laica se resisten a una escolarización forzosa en centros concertados religiosos.
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