La catástrofe que se ha producido en Turquía y Siria a causa de los terremotos que han asolado estos territorios, dejando decenas de miles de heridos lleva copando los medios de comunicación desde que se produjera hace aproximadamente una semana.
No obstante, tras las imágenes y vídeos de edificios reducidos a escombros y el incansable trabajo de los voluntarios que han acudido de todos los rincones del planeta para ayudar en el rescate de personas atrapadas podría estar presente también un importante caso de corrupción que salpicaría al Gobierno de Recep Tayiip Erdogan.
Y es que, por el momento, más de 100 constructores y otros responsables han sido detenidos por cometer supuestas infracciones tanto en la consecución de permisos como en el uso de materiales de mala calidad para reducir los costes.
Una de las caras visibles de esta situación es Hüseyin Yalçin Coskun, responsable de la construcción de una residencial "de lujo" compuesta por tres bloques unidos y con piscina comunitaria que se vino abajo tragándose a más de 500 personas. Coskun fue detenido en el aeropuerto cuando se disponía a tomar un vuelo hacia Podgorica (capital de Montenegro).
Como él, otros tantos empresarios del ladrillo están siendo investigados por incurrir en numerosas irregularidades con el beneplácito de los gobernantes que durante dos décadas han contado con la construcción como el gran motor económico del desarrollo del país.
Los ciudadanos temen que se hayan podido burlar los reglamentos antisísmicos para beneficiar a este sector, provocando que esta catástrofe haya sido muchísimo más dañina de lo que podría haber sido. Por el momento el Ministerio de Justicia ha ordenado la creación de una unidad de investigación y el nombramiento de fiscales para investigar y detener a los responsables de la construcción de los edificios que no cumplían con la normativa.
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