Un día después del accidente del funicular de Lisboa, que ha dejado hasta el momento 17 fallecidos y 23 heridos, comienzan a conocerse los testimonios de quienes vivieron en primera persona la tragedia. La colisión, ocurrida en torno a las seis de la tarde en una de las zonas más turísticas de la capital portuguesa, ha conmocionado a Portugal y a los visitantes que se encontraban en el lugar.
Testimonios que conmueven
Uno de los pasajeros relató el pánico que se apoderó de él cuando vio descender el otro vagón. “Cuando vi bajar el otro funicular, le grité a mi esposa '¡vamos a morir todos!' Mientras dure, no volveré a coger el tranvía nunca más”, aseguró, describiendo el miedo vivido en cuestión de segundos.
Otra de las supervivientes, Mabel, una turista española, narró cómo evitó el siniestro junto a su hija pequeña gracias a una decisión fortuita. “Mi niña y yo íbamos a subir, pero le tengo que dar las gracias a ella”, explicó. La menor pidió esperar al siguiente trayecto porque no quería viajar de pie, lo que terminó por salvarlas. “Por esperar al siguiente, nos salvamos”, sentenció con emoción contenida.
Historias que simbolizan la esperanza
Entre los supervivientes se encuentra un niño alemán de apenas tres años, cuya historia ha dado la vuelta al mundo. El pequeño viajaba con sus padres cuando ocurrió el accidente: su padre murió en el acto y su madre continúa ingresada en la UCI. Con heridas leves, fue rescatado de entre los hierros por un agente de la Policía que vigilaba la zona. Ya en el hospital, se aferró a su salvador en una imagen que se ha convertido en símbolo de esperanza en medio del desastre.
Las cifras oficiales confirman, hasta el momento, 17 víctimas mortales y 23 heridos, de los cuales cinco permanecen en estado grave. Las autoridades han informado de que las personas afectadas pertenecen a al menos diez nacionalidades distintas, entre ellas dos ciudadanos españoles que ya han recibido el alta médica.
La tragedia del funicular ha dejado una huella profunda en Lisboa. Las investigaciones continúan abiertas para esclarecer las causas del siniestro, mientras los relatos de supervivencia ponen rostro humano a un suceso que ha golpeado a turistas y residentes por igual.
