En los últimos años la conciencia animalista ha crecido de forma importante. Esto ha provocado que en algunos casos haya personas que consideren a sus mascotas como sus propios hijos y le tengan una especial consideración.
Una de estas escenas la ha vivido recientemente el Papa Francisco durante su audiencia general y, lo cierto, es que el pontífice no se lo tomó excesivamente bien y huyó como pudo del momento. Así lo ha reconocido él mismo en unas declaraciones durante su participación en el foro 'Estados Generales de la natalidad'.
El Papa ha contado en este encuentro varias anécdotas con mujeres. Una de ellas tenía como protagonista a una señora y su mascota. El Papa ha reconocido que perdió la paciencia con esta mujer porque le pidió la bendición para "su niño" que resultó ser un perro que se sacó del bolso. "Señora, muchos niños sufren hambre y usted está con el perrito...", respondió el Pontífice.
Francisco I ha pedido políticas "con visión de futuro" para aumentar la tasa de natalidad en Europa al tiempo que ha denunciado que las mujeres están "aplastadas por la carga de cuidar" y que se les obliga a elegir entre su maternidad y su carrera profesional.
"Son las que más sufren, las mujeres jóvenes, a menudo obligadas a elegir entre la carrera profesional y la maternidad, o aplastadas por la carga de cuidar de sus familias, sobre todo en presencia de ancianos frágiles y personas dependientes", ha afirmado.
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