Polonia ha denunciado una “violación sin precedentes” y una “reiterada agresión a su espacio aéreo” después de detectar decenas de drones rusos en la madrugada de este miércoles La situación obligó a cerrar de forma temporal varios de sus aeropuertos más importantes, incluido el de Varsovia. Las incursiones se produjeron en paralelo a una nueva ofensiva militar de gran escala de Rusia contra Ucrania. Ante esta coyuntura, el Ejecutivo polaco convocó de urgencia a su Asamblea de Seguridad Nacional.
Respuesta política y coordinación internacional
El primer ministro, Donald Tusk, informó a través de la red X de la existencia de una “amenaza persistente” sobre el territorio nacional, tras recibir notificación directa de la jefatura de las Fuerzas Armadas. Tusk afirmó que mantiene un contacto “permanente” con el presidente Karol Nawrocki, con el ministro de Defensa y con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Asimismo, comunicó la situación al secretario de Estado de Estados Unidos, Mark Rubio, a quien calificó como su principal aliado en la Alianza Atlántica.
Fuentes militares polacas indicaron que la aviación del país logró interceptar y derribar parte de los aparatos rusos. El Mando Operativo militar señaló en un comunicado emitido a las 08.00 horas que daba por concluida la operación contra los drones que habían penetrado en el espacio aéreo nacional.
Escalada de tensión y medidas de seguridad
El Ejecutivo polaco considera que los hechos confirman los peores recelos de Varsovia sobre Moscú, al materializarse la “amenaza real” para la seguridad de la nación y de su población, según trasladó el propio Tusk. Como consecuencia, se activaron los servicios de emergencia y se instó a los habitantes de las regiones afectadas a permanecer en sus hogares.
De acuerdo con la agencia de noticias PAP, las defensas antiaéreas se situaron en estado de máxima alerta. A la par, fueron movilizadas las fuerzas especiales de Defensa Territorial (WOT), junto con voluntarios, reservistas, guardia fronteriza y cuerpos de bomberos, con el fin de participar en las labores de rastreo y recuperación de los restos de drones caídos en distintas zonas.
Las autoridades polacas advirtieron a la población del riesgo de acercarse a los fragmentos de los aparatos. El mensaje fue contundente: se debe evitar cualquier contacto con los restos y limitarse a informar de su localización a los servicios de emergencia. Con estas medidas, Varsovia busca contener los riesgos derivados de un episodio que supone una nueva escalada en la tensión con Rusia y que vuelve a colocar al país en el centro de la seguridad del flanco este de la OTAN.
