El videojuego "de usar la cabeza" de dos estudiantes de Cádiz que triunfa en un concurso mundial

El isleño Gabriel Ruiz y el chiclanero David Verdugo, alumnos del IES Rafael Alberti, crean Kiwi’s Adventure, un proyecto para clase que ha obtenido reconocimiento en un certamen con 650 equipos de todo el planeta

El isleño Gabriel Ruiz y el chiclanero David Verdugo crean Kiwi’s Adventure en el IES Rafael Alberti.
El isleño Gabriel Ruiz y el chiclanero David Verdugo crean Kiwi’s Adventure en el IES Rafael Alberti. JUAN CARLOS TORO

La aventura de un periquito que dura 20 minutos ha costado "muchas noches sin dormir" a dos estudiantes del IES Rafael Alberti de Cádiz. David Verdugo, chiclanero de 40 años, y Gabriel Ruiz, isleño de 25, aceptaron el reto de crear un videojuego, uno de los trabajos a realizar en el curso de especialización en Desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual en el que se matricularon para aprender más sobre este mundo. Lo que iba a ser un proyecto de clase sin más, se acabó convirtiendo en una propuesta seria, trabajada a conciencia. Como ellos dicen, "una tremenda currada" que ha llegado a ser reconocida a nivel mundial.

Kiwi’s Adventure nace en el marco de este curso que se entiende como "un máster de la FP". Debían crear un videojuego en un mes y presentarlo al certamen Game Off, una iniciativa de GitHub, un portal puntero que promueve el desarrollo colaborativo de juegos y el uso de software de código abierto.

La convocatoria acoge anualmente proyectos hechos por personas de todo el mundo, desde programadores profesionales con auténticas obras de arte hasta aficionados con conceptos muy simples. De los 650 equipos que han participado desde todos los puntos del planeta, el videojuego de estos andaluces ha quedado entre los 50 primeros y, por categorías, ha alcanzado el puesto 20 en gráficos y el 17, en innovación en mecánicas.

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Gabriel y David cuentan el proceso de creación de Kiwi's Adventure.  JUAN CARLOS TORO

El esfuerzo ha merecido la pena. "Podía ser de cualquier cosa, desde escalar una montaña hasta descamar pescado, de hecho este lo hicieron", cuenta Gabriel a lavozdelsur.es desde el aula donde se forma. La clave era llamar la atención y enganchar a los participantes del certamen, que son los que se encargan de probar los proyectos y votar. "Muchas personas ya nos estaban dando feedback de que se habían pasado al juego antes de la votación, si llegaban hasta el final será por algo", comenta este joven con un grado superior online de videojuegos que antes había probado estudiar la carrera de Arquitectura o de Ingeniería Informática.

Al final, acabó sumergiéndose en esta formación en el que se mueve como pez en el agua. "Él nos decía que nos estábamos viniendo un poquito arriba y que era un proyecto muy ambicioso", ríen dirigiendo la mirada a David Romero, profesor de Informática del IES Rafael Alberti, que ha seguido todo el proceso.

En el caso de su compañero David, estuvo unos años dedicándose al diseño editorial después de haber estudiado el grado de Humanidades y haber realizado algunos talleres de escritura. La informática le llamaba la atención y se matriculó en el ciclo superior de Administración de Sistemas para acabar en este curso.

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David Romero, profesor de informática, junto a sus alumnos.   JUAN CARLOS TORO

Estos amantes de los videojuegos de toda la vida y de las llamadas visual novel, esas que permiten la interacción con los lectores, han dado vida a Kiwi, el ave protagonista de un juego de plataformas de estilo puzzle montado en 3D con el conocido motor de videojuegos Unity. El personaje es un cazatesoros que va desbloqueando candados y alineando cubos para poder ir alcanzando cada nivel. En total, se divide en tres niveles con distintas civilizaciones de la historia, egipcia, grecorromana y maya.

Un jeroglífico en la pantalla desvela las instrucciones para que Kiwi salte, se deslice o mueva bloques mientras se distingue la sombra de los objetos propiciada por el sol. A los gráficos no les faltan detalles que reflejan el trabajo previo de sus creadores.

"Es un juego en el que hay que usar la cabeza y pensar. No es un juego de pegar tiros, sino de resolución de problemas, tiene un carácter más educativo", explica Gabriel, al mismo tiempo que muestra las distintas fases.

"No es un juego de pegar tiros, sino de resolución de problemas"

El equipo ha querido aportar un plus a su propuesta, siendo conscientes de que había 649 más para probar y había que enganchar a los concursantes. Kiwi’s Adventure no solo ha sido una iniciativa académica, ha sido creado con vistas al futuro. Por eso, han contado con la colaboración de Logan K. Stewart, músico, y Garret Fosdick, programador. Junto a este último, Gabriel, que se considera una persona perfeccionista, planea arrancar su trayectoria profesional. "Lo tengo muy claro, cuando termine el curso me voy a América a montar un estudio, el juego ya está publicado bajo el nombre, criptidgroves", expresa con el mando en la mano, aunque él es más de teclado.

El juego es público y se puede descargar gratis en Itch.io. "Se podría hacer una versión más refinada y monetizarlo", comenta David, que aprende con gusto. Al chiclanero le gusta el arte 2D y sigue aprendiendo para coger más soltura.

El profesor y los alumnos mantienen una conversación sobre esta industria que “mueve grandes cantidades de dinero” y en el que hay salidas laborales. “Los estudios pequeños que dan cariño están en auge y están compitiendo con Nintendo, eso antes era impensable”, comenta Gabriel.

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Los estudiantes juegan al videojuego que han lanzado.   JUAN CARLOS TORO

Según explica David Romero, el profesor, el inglés es el idioma predominante en este sector en el que “hay mucho empleo y está creciendo”.

“Saber definir las tareas, coordinarlas y crear un producto artístico es complicado. Cualquiera tiene muchas ideas, pero completarla con un grupo de personas en un tiempo determinado es donde está el reto”, añade el profesor, que también transmite a los estudiantes que este tipo de narrativas va más allá del entretenimiento.

“Esta tecnología se está aplicando a muchas cosas, la realidad virtual no es solo juegos. Tenemos antiguos alumnos que ahora trabajan en bodegas con el marketing de las botellas”, expone.

Una formación pionera en la provincia de Cádiz

El curso de especialización en Desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual es el único relacionado con los videojuegos que existe en la oferta pública en la provincia gaditana. Se incluyó en este instituto en 2022, en el curso pasado. “La gente todavía no sabe que existe, que está disponible en la escuela pública y que cualquier que tenga un grado superior relacionado con la rama de informática puede hacerlo”, sostiene el docente.

Este centro educativo cuenta con un variado catálogo de ciclos formativos de las familias de Informática y Comunicación: formación profesional básica en Informática en Oficinas y la Específica, ciclo de grado Medio de Sistemas Microinformáticos y Redes, ciclos de grado superior de Desarrollo de Aplicaciones Web y  de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y los cursos de Especialización en Ciberseguridad, en  Videojuegos y Realidad virtual o en Inteligencia Artificial y Big Data.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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