El sindicato Ustea ha denunciado la grave falta de profesorado de Pedagogía Terapéutica (PT) y de Audición y Lenguaje (AL) en los centros educativos públicos andaluces, una carencia que, según advierten, está dejando sin la atención necesaria a miles de alumnos y alumnas con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE).
El sindicato considera que la situación “se repite cada curso”, desmintiendo el “triunfalismo” de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional en materia de atención a la diversidad. “Los problemas son los mismos año tras año: falta de personal, ratios inasumibles y sobrecarga del profesorado”, señala Fran Fernández, portavoz de USTEA.
Un problema estructural y crónico
Según los datos extraídos del Formulario Docente impulsado por el sindicato, con más de 2.000 respuestas de profesorado de toda Andalucía, dos de cada tres docentes mencionan la falta de especialistas en PT y AL, la sobrecarga laboral y ratios superiores a 20 alumnos, lo que “hace imposible garantizar una atención educativa personalizada”.
Ustea asegura que, pese a la normativa vigente —como el Decreto 147/2022, de 5 de julio, que obliga a adaptar la atención a las necesidades de cada alumno—, la Junta “mantiene plantillas insuficientes y recortes en los equipos de apoyo”.
Itinerancia y falta de sustituciones
El sindicato alerta de que la inclusión educativa “se está convirtiendo en una declaración vacía de contenido”. En muchos centros, un mismo especialista atiende a varios colegios o institutos, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso.
Un ejemplo ilustrativo es el de la comarca del Valle del Almanzora (Almería), donde una sola maestra de Pedagogía Terapéutica atiende cinco centros educativos. Además, denuncian los retrasos en las sustituciones del personal especializado, que en algunos casos tardan semanas en cubrirse, dejando sin apoyo efectivo a alumnado con dictamen de necesidades educativas especiales.
Ustea exige medidas urgentes
Ante esta situación, Ustea reclama a la Junta de Andalucía un cambio de rumbo y una apuesta “real y sostenida” por la inclusión educativa. Entre las medidas concretas que propone el sindicato se encuentran:
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Dotar a todos los centros de al menos un PT y un AL, independientemente del número de unidades.
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Establecer ratios máximas de atención para el personal de apoyo (PT, AL y PTIS).
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Reforzar recursos en zonas rurales y centros de compensatoria.
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Garantizar estabilidad en las plantillas para evitar rotaciones y favorecer una atención continuada y coordinada.
“Sin recursos humanos suficientes, la inclusión es solo un lema. Necesitamos una educación que llegue a todos y todas, no un modelo basado en la precariedad y los parches”, concluye Ustea.
