Hace unos días, el sindicato CGT manifestaba que había recibido denuncias de profesores que trabajaban en centros educativos propiedad de Medac por ilegalidades e irregularidades. Medac es la gigante de la FP privada en Andalucía. Fue creada por el consejero de Educación, Javier Imbroda, y hace unos meses fue comprada por un fondo de inversión americano. La semana pasada la Junta autorizó que fuese la encargada de crear la primera universidad privada de la comunidad.
Sin embargo, las condiciones de sus trabajadores no son tan boyantes como las de la empresa. Los profesores han vuelto a denunciar la situación e, incluso, señalan en esta ocasión que ha habido represalias por las protestas. Los docentes manifestaron que la mayoría estaban contratados como auxiliares y les obligaban a hacer funciones que no les correspondía.
Medac ha nombrado algunos profesores titulares, pero empeorando las condiciones. Según traslada el sindicato “estas personas han tenido que elaborar, en el presente curso, todas las programaciones didácticas de todas las asignaturas en cada ciclo, independientemente de dónde den o no clase”. Además, en estos contratos se les ha obligado a firmar un acuerdo de confidencialidad.
Otras denuncias se basan en las trabas que pone la empresa a los trabajadores para organizarse y sindicarse. La dirección de los centros establece “elegir el comité de empresa justo cuando todo el profesorado está despedido los meses de verano”. Esto se ha denunciado ante los tribunales. Cuando son despedidos, los profesores han señalado que les obligan a firmar “un acuerdo en el que renuncias a emprender acciones legales contra la empresa en el futuro”.
La consecución de un certificado que acredite las horas trabajadas es otro de los tramites en el que Medac pone muchas dificultades a los trabajadores para impedir que estos profesores se marchen a un trabajo con mejores condiciones.
Pese a que en los centros no existe la figura del tutor, sí se les recomienda dar tutorías de forma gratuita. Desde CGT expresan que “recomendar” simplemente es un eufemismo y que no tienen otra opción, lo que provoca un sinfín de horas extras que no son pagadas. También se dejan a un lado los criterios académicos en el centro para dar una visión empresarial. Según cuentan los profesores, cada nota tiene un cupo máximo, por lo que tiene que suspender un número determinado de alumnos. Lo mismo para el resto de calificaciones.
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