El Gobierno andaluz ha aprobado el Proyecto de Ley para el Avance de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (Activa), una normativa clave que busca transformar el sistema andaluz del conocimiento. Sus principales objetivos son impulsar la excelencia científica, promover la I+D biomédica, favorecer la internacionalización y abrir la ciencia a la sociedad mediante la regulación de la ciencia abierta. Además, pretende mejorar la gobernanza del ecosistema investigador de la comunidad.
El texto, sometido a información pública y a los informes de organismos como el Consejo Andaluz de Universidades y el Consejo Consultivo, llega al Parlamento para su debate. Sustituirá a la normativa vigente desde 2007, considerada obsoleta y alejada de la realidad actual.
Investigación excelente y reconocimiento científico
Uno de los ejes principales de la ley es la creación del Sistema Andaluz de Investigación de Excelencia (Saiex), que acreditará a los agentes científicos más destacados a través de indicadores objetivos y homologables internacionalmente. Formarán parte las unidades de Excelencia de Andalucía, las unidades de Investigación Avanzada (UIA) y los agentes del sistema andaluz del conocimiento, con el apoyo del recién creado Instituto Andaluz de Investigación Avanzada (I2A2).
Las unidades de Excelencia impulsarán la colaboración multi e interdisciplinar y contarán con financiación exclusiva para consolidar su liderazgo científico. Las UIA promoverán la generación de conocimiento, su transferencia al sector productivo y su valorización.
El I2A2 será clave en la captación y retención de talento científico nacional e internacional, además de apoyar la proyección institucional y científica de estas unidades.
Nuevas figuras, gobernanza y conexión con la empresa
La ley incorpora por primera vez la figura del personal tecnólogo, especializado en tecnología aplicada y desarrollo de productos. También establece nuevos órganos para mejorar la gobernanza, como la Comisión Interdepartamental de Investigación, el Consejo Asesor de Investigación, el Comité para la Integridad Científica, o el Sistema de Información Científica de Andalucía.
La norma apuesta por reforzar la colaboración entre universidades, centros de investigación y empresa, con la creación de las unidades de Innovación Abierta y las unidades I+D+I de empresas, enfocadas en el desarrollo experimental y nuevas soluciones tecnológicas.
I+D biomédica, ciencia abierta e internacionalización
La norma otorga un papel destacado a la investigación biomédica, reconociendo el Sistema de Investigación e Innovación en Salud del sistema sanitario público de Andalucía, que agrupa centros punteros como el GENyO (Granada), Cabimer (Sevilla) y Caizem (Córdoba).
Además, impulsa la internacionalización de la ciencia andaluza para atraer talento y participar en los principales foros europeos. Creará la Comunidad del personal investigador andaluz en el exterior.
Otro aspecto clave es la apuesta por la ciencia abierta, que contempla el acceso libre a publicaciones y datos científicos, así como la creación de la Oficina de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación del Parlamento (OCTI) para asesorar a los diputados con evidencia científica.
La ley también apuesta por fomentar el mecenazgo científico, con la creación del Consejo del Mecenazgo para reforzar la colaboración público-privada en proyectos, equipamientos y captación de talento.


