Acerinox ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que abonará el próximo 23 de enero un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio en curso, con un importe bruto de 0,31 euros por acción. La compañía informó de esta decisión en una notificación remitida este jueves al supervisor bursátil, en la que detalla las condiciones del pago y el calendario previsto para su ejecución. El reparto se realizará en efectivo y se enmarca en la política de retribución al accionista del grupo siderúrgico.
Según la información facilitada, el pago del dividendo se llevará a cabo a través de las entidades depositarias que participan en la Sociedad de Gestión de los Sistemas de Registro, Compensación y Liquidación de Valores, Iberclear. Como es habitual en este tipo de operaciones, serán estas entidades las encargadas de canalizar el abono a los titulares de las acciones, de acuerdo con los procedimientos establecidos en el mercado español.
El calendario fijado por Acerinox establece que el último día de negociación de las acciones con derecho a percibir este dividendo será el 20 de enero de 2026. A partir de la sesión siguiente, los títulos comenzarán a cotizar sin derecho al cobro, lo que en la jerga bursátil se conoce como fecha ex dividendo. Asimismo, sobre el importe bruto que se abone a los accionistas se aplicará la retención fiscal vigente conforme a la normativa aplicable en el momento del pago.
'Bajón' en los resultados
Este anuncio se produce en un contexto de resultados significativamente más débiles para la compañía. Acerinox registró un beneficio atribuido de siete millones de euros en los nueve primeros meses del año, una cifra que supone un descenso del 96% en comparación con los 162 millones obtenidos en el mismo periodo de 2024. La fuerte caída del resultado refleja el deterioro del entorno operativo en el que ha desarrollado su actividad el grupo.
La empresa explicó que los tres primeros trimestres de 2025 estuvieron condicionados por un elevado grado de incertidumbre en los mercados. Tras dos ejercicios consecutivos de una contracción significativa de la demanda aparente, el sector siderúrgico continúa operando en niveles bajos de actividad. Según la compañía, la recuperación del mercado está siendo mucho más lenta de lo inicialmente previsto, lo que ha lastrado la evolución de sus resultados.