No es día para triunfalismos, tampoco para ser catastrofistas. Hay más andaluces trabajando que hace un año, pero hay que medir también la calidad de ese empleo y, especialmente, cuánto les durará. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha reaccionado en dos tiempos: primero con un tuit cargado de reservas y perfil bajo; luego, ante la prensa, se ha venido más arriba al hacer otra vez suya —como ya ocurriera a la vuelta del pasado verano, también histórico— una bajada sin precedentes en la serie histórica en Andalucía.
Pero el recorte a la lista negra del paro en la comunidad que, en otro contexto, podría ser verdaderamente histórico, está trufado por numerosos condicionantes que hacen que esté cogido con pinzas. Condicionantes favorables como la vuelta a una relativa normalidad tras el annus horribilis de 2020, cuando el covid lo paró todo en seco, y condicionantes coyunturales que pueden hacer de esta gran bajada un espejismo. Lo han advertido patronal, sindicatos y oposición, pero en precampaña de autonómicas es imposible desde un gobierno —el que sea— no abrazar los datos positivos con entusiasmo.
Uno de cada cuatro parados españoles es andaluz
El número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo INEM) en Andalucía, según se ha conocido este martes, ha descendido en 183.796 personas durante todo el 2021, un 18,96% menos respecto a 2020, tras reducirse en 14.607 desocupados en diciembre pasado, un 1,83% menos respecto al mes anterior. Moreno, que prometió 600.000 empleos en la campaña de las autonómicas de finales de 2018, que finalmente le llevaron hasta el despacho presidencial de San Telmo, ha asegurado estar “contento”, aunque reconociendo que “785.641 parados en Andalucía son todavía muchos”.
“Queda mucho que hacer y vamos a seguir trabajando”, ha añadido a preguntas de los periodistas en un acto en Málaga, achacando acto seguido estos datos a la “reforma laboral de Rajoy” y preguntándose “qué hubiéramos conseguido sin pandemia”. Aun así, tal y como le ha recordado la oposición, “uno de cada cuatro parados es andaluz”. A partir de aquí, ha concretado con no poca euforia, "2021 ha sido el mejor año de la historia en creación de empleo en Andalucía y eso ya lo dice todo" porque la comunidad cierra el ejercicio "con 183.000 parados menos, la mayor bajada de toda la serie histórica", de forma que "500 andaluces cada día salieron de las listas del paro" y Andalucía se situó por debajo de los 800.000 desempleados en "niveles prepandemia".
“Solo están en modo electoral cuando tendrían que dedicarse a la ciudadanía y a las empresas y a contribuir a la recuperación, como está haciendo el Gobierno”, ha dicho el secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, tras conocer unos datos que también ha dejado en la provincia gaditana 1.676 desempleados menos. Críticas que se han recrudecido desde el socio preferente del Gobierno autonómico. Vox ha puesto de manifiesto que las cifras actuales en la comunidad son “idénticas a las que dejó el anterior Gobierno del PSOE-A en 2018”. "Los regalos fiscales a los muy ricos resultan inútiles para generar empleo", ha aportado desde un tuit el anterior consejero socialista de Economía, Antonio Ramírez de Arellano.
Vox: "Ni somos el motor económico, ni se está produciendo ningún cambio"
Según Rodrigo Alonso, portavoz adjunto en el Parlamento de esta formación, “lejos de este triunfalismo está la realidad de la calle. La bajada del desempleo en Andalucía está por debajo de la media nacional, lo que deja claro que ni somos el motor económico de España, tal y como vende Moreno Bonilla, ni se está produciendo ningún cambio en Andalucía”. A su juicio, tras mantener que el actual Gobierno de PP y Cs ejerce una línea continuista de las políticas de “ruina” de los socialistas, ha aseverado que “los andaluces reclaman políticas valientes que de verdad permitan reducir el paro estructural de Andalucía y hagan de esta región una tierra laboralmente atractiva”.
El empleo generado, obviamente, es precario y estacional. Solo en la provincia de Cádiz, ha incidido el sindicato CSIF, 94 de cada 100 contratos cerrados este pasado 2021 fueron temporales. Un 92,4% de temporalidad que significa que, desde luego, no es momento de lanzar campanas al vuelo por un mes tradicionalmente bueno para el empleo, marcado por las fiestas navideñas. Por ello, desde sindicatos como CSIF, en la misma línea que centrales como CCOO y UGT, han exigido a las administraciones públicas que “se vuelquen en tomar medidas que permitan un cambio radical del tejido de productivo, para no seguir dependiendo tanto del sector turístico y, a su vez, que permita generar puestos de trabajo de calidad y estables en el tiempo”.
Igual de prudente se ha mostrado la patronal andaluza. Desde la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) han valorado la vuelta a unas cifras de empleabilidad de antes de la irrupción de la pandemia, si bien han avisado de que “en los próximos meses será determinante agilizar la vacunación para evitar una mayor erosión de la productividad por el aumento de las bajas”.
Y además hay otro temor que invita a manejar los datos con reservas. “La finalización de la campaña de Navidad y de las campañas en el campo puede tener su reflejo, como es habitual, en un aumento del desempleo en el primer trimestre del año”, han manifestado, exponiendo también que sectores como la Industria o la Construcción sufrieron al cierre del año un aumento del paro: 1.282 y 3.932 desempleados más, respectivamente, por lo que, a la vista de todos los datos, han llamado a la prudencia.
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