El campo andaluz mira al cielo: "Si no llueve el próximo mes, el 80% de la cosecha estará perdida"

Agricultores advierten de que la situación puede ser catastrófica próximamente y la consejera de Agricultura pide medidas al Gobierno de España

Un puente que no se ha visto hasta ahora en el embalse de Charco Redondo, entre Jerez y Los Barrios.

A nadie se le escapa que está siendo un invierno re. En muchas zonas de Andalucía, estar a 20 grados se ha convertido en una rutina. Entre otras cosas porque no hay un día que no haga un sol radiante en las calles andaluzas. Es bonito y es agradable. Pero no es lo que toca. El campo andaluz mira al cielo pidiendo que, por favor, llueva. Las consecuencias de la situación actual no se saben con exactitud, aunque pueden ser catastróficas. Las autoridades ya preparan restricciones. El pantano de Iznájar, el más grande importante de Andalucía, está al 24% de su capacidad, ocho puntos por debajo del año pasado.

Rafael Guerrero es agricultor desde hace más de 40 años, tras aprender el oficio con su padre y con su abuelo. Actualmente es el presidente de la cooperativa Virgen de los Ángeles, que tiene 1.000 socios y hace el primer aceite sin residuos de España. No se anda con rodeos, "si no llueve de aquí al 15 de marzo, la cosecha estará perdida en un 80%", Cuenta este agricultor que lo normal es que el cereal a estas alturas llegase por la rodilla "y no tiene ni una cuarta". Hablamos del cereal, un producto de secano que apenas necesita agua.

La cooperativa se asienta en Montellano (Sevilla), lo normal en este pueblo es que lluevan unos 500 litros y van varios años en los que no pasan de los 300, "hemos perdido un año de lluvia en los últimos cuatro", afirma Guerrero. Para el regadío, la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir ya ha limitado el agua a 1.000 metros cúbicos por hectárea cuando normalmente los cultivos hortícolas necesitan 6.000 metros cúbicos, "va a ser un desastre".

Al fracaso de la cosecha, se le une el aumento de los precios, "el nitrógeno hace un año estaba a 27 céntimos y ahora está a un euro", señala. Además, otros productos como los herbicidas han subido un 300% y en la factura de la luz también han notado el incremento, como el resto de ciudadanos, "ahora mismo lo que haces es producir y cambiar dinero", comenta el agricultor, que, además, indica que si no fuera por las ayudas agrarias perderían dinero.

La situación pone en riesgo la liquidez de la cooperativa y los agricultores. Lo que proponen desde ella es "aprobar por hectárea una cantidad determinada de dinero a devolver, con un par de año de carencia y un tipo de interés bajo". "No queremos nada a fondo perdido porque el dinero público es de todos y hay que revertirlo a la sociedad. Queremos un préstamo a largo plazo, de seis o siete años, porque el problema es de liquidez", insiste.

"Que nos quiten de la declaración de renta o rebajen del IBI no supone nada porque el campo va a colapsar si no llueve pronto", defiende Guerrero que, además, deja claro que los grandes propietarios sobreviven mejor "porque tienen más ayudas". Las "pésimas" expectativas van a obligar a la cooperativa a no mantener a todos los trabajadores eventuales. Se quedarán los 20 fijos que hay.

Con el girasol y el olivo las previsiones son mejores, pero tampoco demasiado. Sobre el girasol cuenta Rafael Guerrero que "no nos atrevemos a sembrarlo hasta que no haya expectativa de lluvia porque el suelo tiene poca reserva de agua". Respecto al olivo, en esta cooperativa han conseguido llegar a acuerdo con fincas que les ha permitido ampliar el terreno, "sin ellas hubiéramos cogido el 50%", explica. Lo normal en el olivo sin sequía hubiera sido recoger 13 millones de kilos. La temporada se ha salvado con 10. Sin embargo, si la situación sigue igual, Guerrero no espera más de 4 millones para el próximo año.

Las circunstancias no sólo comprometen el presente, sino que también lo hacen con el futuro. De todos los socios, apenas 30 o 40 superan los 40 años de edad, "el futuro del campo no está asegurado" o "prefieren irse a trabajar a la obra de lunes a viernes" son algunas de las expresiones que utiliza el presidente de esta cooperativa. Según el agricultor, sólo la sequía entre los años 1992 y 1995 es comparable a la actual.

La consejera de Agricultura ha anunciado que las obras del decreto de sequía finalizarán a lo largo de 2022

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, también ha manifestado durante esta semana que "la situación es muy preocupante". Sin embargo, la consejera remite toda la responsabilidad al ministerio, al que le pide "soluciones y medidas de apoyo para nuestros agricultores en forma de ayudas, exenciones fiscales o préstamos bonificados".

En una comparecencia parlamentaria, Crespo anunció que "las obras del decreto de sequía están ya en marcha y finalizarán a lo largo de 2022". Este decreto se aprobó en junio de 2021.

La oposición advierte del peligro de desertificación

Por su parte, desde la oposición, en concreto desde Unidas Podemos, no se creen la preocupación de la Junta de Andalucía y piden "un modelo sostenible para la realidad que tenemos en Andalucía". El diputado de Izquierda Unida, Ismael Sánchez, denuncia que Crespo solicite una mesa de diálogo al Gobierno para debatir la sequía y buscar medidas para aplicar en este "momento crítico" y, mientras tanto, "la Junta apruebe una ley que permite seguir explotando Doñana". "En pocas décadas Andalucía puede ser una tierra completamente desértica por las pocas lluvias y el uso irresponsable del agua", añade.

No sólo la ley que afecta a Doñana está en el punto de mira. Este diputado también señala a la recientemente aprobada ley LISTA porque permite la construcción de "grandes urbanizaciones y campos de golf" que necesitan "mucha cantidad de agua". "Pedimos que dé marcha atrás en el trámite parlamentario que legaliza regadíos en Doñana, que frene la proliferación de cultivo superintensivo, las construcción y ampliación de macrogranjas y que paralicen las licencias de construcción de campos de golf".

Otra de las cuestiones que ponen encima de la mesa desde UP son los permisos para el cultivo de especies no autóctonas como el aguacate, un producto que necesita gran cantidad de agua "y está pensado para climas tropicales", defiende Sánchez.

Según Unidas Podemos, una de las soluciones es contaminar menos y depurar más y mejor el agua "algo que es competencia de la Junta"”. Sánchez pide control en los productos citosanitarios para tener una mayor cantidad agua que poder usar, aunque también señala que "gastar menos agua está en nuestras manos".

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