La recuperación del lince ibérico continúa avanzando a pasos firmes. WWF ha calificado como “esperanzadores” los datos del último censo de 2024, que cifra en 2.401 los ejemplares presentes en la Península Ibérica, lo que supone un incremento del 18,8% respecto al año anterior. Un hito que acerca aún más a esta especie emblemática a salir oficialmente de la lista de animales en peligro.
Según ha expresado Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España, los resultados confirman que “el trabajo conjunto que llevamos más de 20 años realizando da sus frutos”. Y añade: "Tras la celebración del cambio de categoría de ‘en peligro’ a ‘vulnerable’, estos datos son muy esperanzadores".
La sombra del conejo y las amenazas persistentes
A pesar del éxito, WWF ha mostrado preocupación por un factor clave: la alarmante reducción del conejo de monte, presa principal del lince. “Ha decrecido un 70% en sus hábitats naturales en los últimos 10 años”, advierte Pérez de Ayala. Esta escasez representa un grave riesgo para la sostenibilidad de las poblaciones del felino.
La organización también alerta de otras amenazas que siguen latentes: el furtivismo, la caza ilegal y los atropellos, que continúan provocando muertes de ejemplares cada año. WWF insiste en la necesidad de intensificar las acciones para eliminar estos factores de riesgo si se quiere consolidar el avance logrado.
Durante los últimos 25 años, WWF ha jugado un papel clave en la recuperación del lince ibérico mediante acciones sobre el terreno. Entre ellas, destacan los acuerdos de custodia con fincas cinegéticas de Sierra Morena, Montes de Toledo y Doñana, donde se refugiaban los últimos linces en libertad a finales del siglo XX.
Life LynxConnect y el papel de la sociedad civil
Actualmente, WWF mantiene acuerdos de custodia en 18 fincas, que abarcan más de 25.000 hectáreas y en las que viven unas 12 hembras reproductoras con cachorros. En paralelo, desarrolla proyectos de mejora del hábitat, refuerzo de las poblaciones de conejo y seguimiento científico de los ejemplares.
Uno de los grandes impulsores de esta recuperación es el proyecto europeo Life LynxConnect, liderado por la Junta de Andalucía y con la participación de 21 socios. Esta iniciativa, que concluye a finales de 2024, ha sido clave para mejorar la conectividad entre las poblaciones de linces y ampliar su área de distribución.
WWF también ha apostado por la concienciación ciudadana, especialmente en zonas rurales donde la especie se ha reintroducido. Además de campañas informativas en redes sociales, impulsa la iniciativa Yo protejo al lince, con la que ha logrado más de 156.000 firmas de apoyo a su conservación.
La organización confía en que, con el impulso de la sociedad y el compromiso institucional, el lince ibérico no solo consolide su recuperación, sino que pronto salga de la lista roja de especies amenazadas. Un emblema del patrimonio natural ibérico que parece estar cada vez más cerca de asegurar su futuro.
