Se vende como festival sostenible, pero el escenario de Rota es Música, 20 conciertos programados este verano en Punta Candor, está a unos cien metros del hogar del camaleón común y el chorlitejo patinegro, dos especies gravemente amenazadas y, por tanto, protegidas de estas agresiones externas que pueden resultar fatales.
"¿Es conocedor el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de esta iniciativa por parte del Ayuntamiento de Rota? ¿Conoce el Ministerio la fragilidad del entorno en el que se ubican estos conciertos y la afectación al medio natural que podrían causar, en concreto a las dos especies amenazadas anteriormente expuestas?". Las anteriores son las dos preguntas que ha registrado este pasado lunes Inés Sabanés Nadal, diputada por Madrid de Más País- Verdes Equo, en el Congreso, solicitando respuesta por escrito de la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Durante este verano se están organizando en el municipio de Rota más de 20 conciertos con impulso y apoyo del Ayuntamiento y que se celebrarán en una parcela de zona verde cercana al litoral. Esta parcela ha sido desbrozada y limpiada por operarios del Ayuntamiento para que el promotor de los conciertos, recoge el documento registrado en el Congreso, "pueda instalar el escenario, el espacio para el público y
diversas carpas adicionales para diversos servicios. El horario, según la concesión administrativa, les permite abrir de 19.00 a 05:00 horas, todos los días desde 26 junio hasta mediados de septiembre".
"A menos de 100 metros del escenario, se reproducen en época estival en la zona de dunas, dos especies catalogadas en peligro: el camaleón común, fauna amenazada en Andalucía y catalogada con protección especial; y el chorlitejo patinegro, cuyas puestas en la zona litoral han sido protegidas por una campaña especial de protección iniciada en abril de este año por el propio Ayuntamiento de Rota", añade la iniciativa.
En este contexto, Verdes EQUO en Rota ha recordado que "el histórico de los conciertos de años pasados nos demuestra que el problema de dicha ubicación para el medio natural no radica sólo en el evento en sí, sino en el trasiego constante de personas que se desplazan desde la playa al escenario y viceversa al finalizar los conciertos. Es más, muchas de las personas asistentes se desplazan sin entradas, aprovechando el momento lúdico para escuchar fuera del recinto la música, emplazándose más a la fiesta que al concierto en sí, con alta probabilidad de convertir en zona de botellón previo y posterior al concierto, nuestros parajes naturales que no tienen precio".
Por tanto, han añadido en un comunicado, la formación ecologista propone alternar los conciertos en diferentes zonas de la ciudad, "repartiéndolos en diferentes zonas y barriadas, consiguiendo así evitar los problemas medio ambientales de la zona elegida para los conciertos, minimizar las molestias a los vecinos y vecinas de la zona, y distribuir los beneficios económicos de comercios, bares y hostelería por toda la ciudad".
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