En mitad de la carretera, un cúmulo de residuos protagonizan una estampa a la que ya están acostumbrados los onubenses. El “olor a química pura” y las montañas negras perturban una vez más las vías de la cuenca minera. En esta ocasión, un camión procedente del Polo Químico ha derramado a lo largo de varios kilómetros de la Nacional 435 parte de la carga que llevaba en su interior. El accidente que ha hecho saltar las alarmas al mediodía este jueves ha afectado a varios tramos desde Valverde del Camino hasta El Campillo. Un “masacote” que molesta, y sobre todo, preocupa a Ecologistas en Acción por la contaminación inherente a este tipo de elementos.
Juan Romero, presidente de la asociación en Huelva, está cansado de ver ante sus ojos vertidos, derrames y accidentes en el transporte. No es la primera vez que denuncia esta situación. “Llevamos 23 años aguantando todas las carreteras de la cuenca minera saturadas de camiones que vienen cargados de residuos”, alza la voz el onubense.
Desde 1998, año en el que comenzó a funcionar el vertedero de Nerva, numerosos camiones de grandes dimensiones recorren las vías, llenos de “residuos tóxicos y peligrosos” procedentes de distintos puntos de la geografía española e incluso de países europeos como Italia y Portugal. Estos llegan a la provincia andaluza por vía marítima y, posteriormente, se transportan en vehículos. “Estos van cargados a granel, no van en contenedores ni en cajas herméticas”, comenta Juan que denuncia la falta de seguridad en el transporte.
“No van en contenedores ni en cajas herméticas”
Cuando el camión presenta fisuras o desperfectos, el contenido se derrama manchando la vía. Residuos que, en muchos casos, son recogidos por el personal de mantenimiento de carreteras. “No tienen el equipo específico, ni guantes, ni mascarillas, y desconocen el tipo de residuo que están manipulando, por eso debe hacerlo la empresa especializada, pero no lo hacen”, manifiesta el ecologista.
A veces, cuando los residuos no son retirados con rapidez, se quedan adheridos a los neumáticos de los vehículos que circulan por la zona y los esparcen por los márgenes. Según explica Juan, “permanecerá diseminado por carretera y cunetas hasta ser barrido por las lluvias, pudiendo contaminar cursos de agua y arroyos”.
En los últimos años, los ecologistas han denunciado varios accidentes. Una vez, un contenedor volcó y todo el nerofumo de su interior se cayó al asfalto mientras que otra, un camión de la petroquímica de Puertollano derramó lodos. “No tenemos conocimiento de que se les haya abierto un expediente y hayan sido sancionados”, dice Juan que explica que, desde su experiencia, cada uno se pasa la pelota sin tomar cartas en el asunto. “Las administraciones dicen que lo van a revisar, que abren un expediente informativo y el vertedero dice que es responsabilidad de las empresas de transporte y no de ellos”.
“La normativa de transporte debería ser especialmente estricta”
Ecologistas en Acción va a solicitar información al Ministerio de Transportes y a la Consejería andaluza competente en residuos para que se investigue el hecho. El objetivo es que “coja una muestra y analice el residuo”. Además, el onubense reivindica un cambio en la normativa de transporte de este tipo de carga. “Debería ser especialmente estricta e ir en bidones herméticos, cerrados y en la caja, pero no a granel”, dice Juan a la vozdelsur.es.
“Hay camiones que no deberían estar en circulación, que son una auténtica chatarra y tienen bastante corroídas las cajas”. Su voz sigue en lucha tras más de dos décadas de incidencias.
Parte de los residuos derramados este jueves ya se han retirado pero la asociación no tiene conocimiento de que las autoridades hayan comenzado a investigar un caso que no es aislado. No se callarán hasta que los desechos dejen de estar donde no deben.
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