Moreno y Ribera sellan la paz por el agua: el Gobierno autorizará trasvases y asumirá parte de los costes

El presidente de la Junta de Andalucía ha querido disipar las dudas sobre Doñana tras la polémica de esta semana asegurando que "no hay nubes en el horizonte" que puedan impedir que el acuerdo siga adelante

Juanma Moreno en su encuentro con Teresa Ribera en San Telmo.
Juanma Moreno en su encuentro con Teresa Ribera en San Telmo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, han llegado este jueves a un nuevo pacto entre ambas administraciones después de cerrar un acuerdo para solucionar los problemas de agua debido a la sequía que afectan a Andalucía. El encuentro ha tenido lugar en el Palacio de San Telmo y ha durado algo más de una hora.

Ambas administraciones han acordado un calendario de actuaciones para hacer frente a la sequía e impedir que los andaluces sufran cortes en el consumo durante los próximos meses y en los próximos años. Por ello se han acordado medidas coyunturales y estructurales. Moreno ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía y dejar claro que la colaboración entre ambos gobiernos va a seguir adelante. En esta línea, la ministra para la Transición Ecológica ha garantizado el suministro en la Cuenca del Guadalquivir para el 90% de la población que dependa de esta cuenca durante los próximos dos años gracias a las obras de emergencia que en los últimos meses ha afrontado el Gobierno de España. Aun así, el mensaje es claro. "Es muy difícil llegar antes que la sequía", ha advertido Juanma Moreno. Actualmente, según datos de la Junta, hay medio millón de andaluces con restricciones de agua y seis millones con algún tipo de limitación.

La vicepresidenta tercera del Gobierno también ha abierto la puerta a que se realicen trasvases desde otras comunidades autónomas, algo que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya ha autorizado para Cataluña después de que la Generalitat declarase la situación de emergencia. Sobre esto, el Gobierno ya tiene identificada una desaladora en otro territorio "que no está a pleno rendimiento, por lo que no entraría en conflicto con nadie. Aprovechamos un recurso que ya existe".

Ribera no ha querido dar más datos sobre la ubicación ya que no es de titularidad de la administración central. Para este trasvase, que tendría lugar a partir de junio, el Gobierno de España cubriría el coste de la del transporte del agua desde la desaladora hasta el barco que la transportaría, al igual que con Cataluña, mientras que el de Andalucía tendría que buscar la forma de transportarla. Para ello es necesaria una obra técnica en los puertos para tener capacidad de recogida, algo en lo que ya está trabajando la Junta de Andalucía en Algeciras, Málaga y Carboneras. No obstante, esto necesita el visto bueno de la comunidad en cuestión, aunque Andalucía ya había comenzado conversaciones con la Región de Murcia. Moreno insiste en que este sería el último recurso, pero la Junta ya trabaja en ello ante "el peor escenario posible", la falta de lluvias hasta noviembre. Andalucía estima que el agua se transportaría con un barco con capacidad para 100.000 metros cúbicos de agua cada día.

El foco está puesto a largo plazo ya que los modelos climáticos señalan que cada vez serán más frecuentes y prolongados los periodos de sequía. Ante esto, Ribera ha prometido prestar atención donde más falta hace, aunque en la reunión no se ha tratado la posible declaración de Andalucía como zona de singularidad hídrica. Las obras en desaladoras no son inmediatas. La de la Axarquía, una de las comunidades más afectadas por la gran población que alberga en verano la provincia de Málaga, no estará lista hasta el año 2027 o 2028. Por ello, la intención del Gobierno es incrementar la capacidad de la desaladora de El Atabal.

Durante la reunión se ha hecho un repaso de las necesidades de cada comarca para estudiar una solución en todas ellas. En este sentido, tanto Moreno como Ribera han mostrado su predisposición al diálogo y la colaboración. El presidente de la Junta ha dejado claro que el rumbo de su Ejecutivo no cambiará aunque en las próximas semanas y meses aumenten las precipitaciones. "Queremos transmitir un clima de confianza hacia los ciudadanos. Somos concientes de que hay situaciones difíciles en la agricultura, la ganadería, el turismo o vecinos que tienen carencias. Nos preparamos para un futuro incierto".

Moreno ha anunciado que está trabajando con el Gobierno central, pero también con diputaciones y ayuntamientos ya que estos últimos gestionan las empresas municipales de agua. El presidente de la Junta ha pedido a los ciudadanos que realicen un consumo respetuoso y eficiente del agua para preparar un escenario con la misma actividad económica y humana, pero con menos agua. El Ministerio para la Transición Ecológica está en un proceso de digitalización para monitorizar el ciclo del agua y limitar las pérdidas durante su traslado.

La reunión no estuvo en riesgo

Es el segundo acuerdo que Juanma Moreno y Teresa Ribera cierran de forma presencial en los últimos meses. El primero fue sobre el Parque Nacional de Doñana. Precisamente, este pacto ha estado suspendido durante 48 horas después de que el Gobierno andaluz incluyese el su 'macrodecreto' de simplificación adiministrativa un artículo sobre la Ley Forestal de Andalucía copiado de la ley de regadíos que la Junta de Andalucía se comprometió a parar.

Pese a la tensión que se ha vivido en las últimas horas, fuentes cercanas al presidente de la Junta afirman que la reunión de este jueves no corrió peligro en ningún momento. Entre otras cosas porque la materia a tratar era distinta. Sin embargo, las alarmas saltaron el pasado lunes cuando Teresa Ribera señaló que suspendía la mesa técnica con los municipios que se van a beneficiar por una inversión millonaria del Gobierno en el entorno de Doñana. Moreno ha querido dejar claro que el acuerdo sigue vigor y que ambas administraciones van "muy en serio". "No hay nubes en el horizonte", ha sentenciado. Ribera ha añadido que, una vez eliminadas las ambigüedades, la intención del Gobierno es continuar con el acuerdo.

Aunque la ley de regadíos provocó que hubiera intercambios muy duros entre la ministra y el propio Moreno, donde Ribera llegó a llamar 'señorito' al presidente de la Junta, lo cierto es que en los últimos meses ha aumentado la sintonía entre las administraciones. El Gobierno andaluz asegura que tardó medio minuto en acceder a la solicitud de Transición Ecológica y llegar a un acuerdo sobre el polémico artículo del decreto de simplificación.

Moreno ha reconocido este jueves durante la sesión de control el talante de la ministra. "Le agradezco la voluntad de acuerdo", ha afirmado el presidente de la Junta después de señalar las "importantes diferencias" que existían en el pasado con Teresa Ribera. Al mismo tiempo, también ha recriminado a Juan Espadas que intente "boicotearlos".

La sequía ha sido uno de los temas que el líder del Partido Popular ha tratado con más énfasis en los últimos meses. Juanma Moreno acudió recientemente a Bruselas para solicitar a la Unión Europea que creara un Comisionado de Agua para que hubiera una política común en todo el continente.

Hace unas semanas, la Junta también aprobó un nuevo decreto de sequía ante los reproches de la oposición por la falta de ejecución de los anteriores. En él, el Gobierno andaluz ha aprobado nuevas obras hídricas entre las que se incluyen obras en los puertos importantes para transportar agua en barco o nuevas desaladoras, pese a ser competencia del Gobierno de España. Con esta reunión se pone fin a un nuevo conflicto que había derivado en reproches constantes.

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Emilio Cabrera.

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