Demoledor informe hecho en Doñana: el 74% de los lobos muere por causas humanas, la mayoría por la caza

El CSIC en la Estación Biológica de Doñana publica un artículo en la revista 'Mammal review' que apunta a los cazadores

Un lobo ibérico, en una imagen de Francisco Javier Carmona Villegas, para CSIC Doñana.
30 de septiembre de 2025 a las 10:43h

Un nuevo estudio científico ha puesto cifras a lo que muchos ecólogos llevan tiempo advirtiendo: la persecución humana es la principal causa de muerte de los lobos. La investigación, liderada por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y publicada en la revista Mammal Review, revela que el 74% de los lobos que mueren en Europa y Norteamérica lo hacen por causas humanas, con la caza —tanto legal como ilegal— como factor dominante.

El análisis recopila información de 140 estudios realizados en todo el hemisferio norte, lo que lo convierte en la primera gran síntesis global sobre la mortalidad de esta especie. Los resultados no dejan lugar a dudas: un 60% de las muertes está directamente vinculado a la caza, mientras que el resto responde a atropellos y otras actividades humanas.

"Nuestro estudio revela que el 74% de los lobos que mueren en Europa y Norteamérica lo hacen por causas humanas, la gran mayoría por caza legal e ilegal, y en menor medida por atropellos. Esto refleja la enorme persecución que la especie sufre en paisajes humanizados y el riesgo que supone convivir con nosotros", explica Ana Morales-González, investigadora postdoctoral de la Estación Biológica de Doñana y primera autora del trabajo.

El estudio, en colaboración con la Universidad de León y la Universidad de Oviedo, también pone de manifiesto que la presión sobre los lobos es especialmente grave en Europa, donde el 86% de las muertes están asociadas a la acción humana, frente al 66% en Norteamérica. Así, las muertes naturales, como agresiones entre individuos, enfermedades o hambruna, quedan relegadas a un porcentaje muy bajo.

Un lobo en Andalucía.

El informe señala además que los ejemplares jóvenes, que abandonan la manada para formar nuevos grupos, son los más vulnerables. Al desplazarse por territorios desconocidos con alta presencia humana, su exposición al riesgo se multiplica.

El impacto de esta persecución no se limita a la reducción numérica. Los investigadores advierten que permitir la caza legal puede incentivar las muertes ilegales. “Cuando se autoriza la caza se envía un mensaje negativo a la sociedad sobre el valor de los lobos, de modo que aumentan las muertes ilegales”, añade Morales-González.

Aunque la especie ha recuperado terreno en algunos países europeos, su estado de conservación sigue siendo desfavorable, incluida la Península Ibérica. “La mortalidad total que sufre la especie es excesiva, y no debemos olvidar que es una especie clave en los ecosistemas”, alerta la científica.

El trabajo ha contado con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia Estatal de Investigación, fondos europeos FEDER y FSE+, además de la Junta de Andalucía.

Sobre el autor

Pablo Fdez. Quintanilla

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