Las exportaciones de aguacate desde Andalucía han experimentado un notable incremento en los primeros cinco meses de 2024, registrando un aumento del 9,8% en valor respecto al mismo periodo de 2023, alcanzando un total de 185,2 millones de euros, según informó la Junta de Andalucía. Este crecimiento se refleja también en el volumen exportado, que subió un 11,9%, situándose en 54.397 toneladas.
Estos datos reflejan la creciente importancia del aguacate andaluz en el mercado internacional, representando el 2,4% del valor total de las exportaciones de la comunidad autónoma y el 82,4% de las exportaciones españolas de esta fruta subtropical. El año pasado, Andalucía exportó 110.764 toneladas de aguacates, generando un valor de 340,7 millones de euros.
Las provincias de Málaga y Granada lideran la producción y exportación de aguacates en Andalucía, representando el 97,5% del total exportado. Hasta mayo de este año, Málaga ha exportado aguacates por un valor de 156,4 millones de euros, manteniendo su posición como la principal exportadora de la región. En los últimos años, las exportaciones de Málaga han alcanzado cifras significativas, con 309,9 millones de euros en 2021, 298,8 millones en 2022, y 295,7 millones en 2023.
Por otro lado, los productores de aguacates en Granada han logrado exportaciones por valor de 24,1 millones de euros entre enero y mayo de 2024. En años anteriores, las cifras de exportación también han mostrado variaciones, con 33,7 millones de euros en 2021, 42,7 millones en 2022, y 30,3 millones en 2023.
Los principales destinos de estas exportaciones en Granada han sido Francia, con 7,2 millones de euros, seguida de Países Bajos (6,8 millones), Alemania (3,1 millones), Finlandia (2,9 millones) y Dinamarca (1,03 millones). En el caso de Málaga, los mercados clave han sido Francia (73,6 millones de euros), Países Bajos (30,4 millones), Alemania (19,9 millones), Reino Unido (7,99 millones) y Austria (5,9 millones).
Sin embargo, el auge del cultivo de aguacate en la Costa Tropical de Málaga y Granada ha generado preocupación. Ecologistas en Acción advierte desde hace tiempo sobre el impacto ambiental del cultivo intensivo, especialmente en lo que respecta al consumo de agua. Desde la crisis económica de 2008, el área dedicada al aguacate en estas provincias ha crecido significativamente, con más de 20.000 hectáreas en cultivo, de las cuales 5.000 hectáreas se han convertido de secano a regadío, a veces de forma ilegal, según la organización.
El uso intensivo de recursos hídricos ha llevado al agotamiento de las reservas de agua en la región, un problema evidente en el embalse de La Viñuela, que a finales de 2023 se encontraba al 7% de su capacidad. Además, se han contabilizado hasta 250 pozos ilegales en 2023, lo que agrava la situación de escasez de agua en la zona.
El cultivo de aguacate en Andalucía requiere un consumo promedio de 7.500 metros cúbicos de agua por hectárea al año, aunque las prácticas de cultivo superintensivo, cada vez más comunes, elevan esta cifra a 16.000 m³/ha. Estas cantidades son significativamente mayores que las necesidades de agua en regiones tropicales, donde el aguacate se cultiva de manera más sostenible, bajo condiciones climáticas de mayor humedad y precipitaciones.
La situación en la Axarquía, una de las zonas más afectadas por la escasez de agua, ha llevado a cortes en el suministro urbano, lo que subraya la gravedad del problema. Frente a este panorama, los ecologistas llaman a una gestión más sostenible del agua y a la regulación del crecimiento del cultivo de aguacate en la región.
