El asunto levantó las sospechas de la Policía y de la aseguradora. El propietario del conocido taxi sevillano de marca Maserati, que ardió este verano en extrañas circunstancias, ha sido detenido por el CNP, que le acuso de sendos delitos de estafa en grado de tentativa y de denuncia falsa.
Según la investigación, que desvela Diario de Sevilla, el taxista había intentado reparar una avería grave en el vehículo, intentando comprar una pieza para arreglarlo, pero no tuvo éxito. Asimismo, una de las partes de la historia, que había costado 130.000 euros, resultó ser presuntamente un engaño del propietario para ganar publicidad, pues habría sido adquirido en Holanda por menos de la mitad de esa cifra, 58.000 euros.
Según los investigadores, el coche fue incendiado de manera intencionada para cobrar el seguro, creen. El vehículo ardió en una calle poco transitada de la zona de Sevilla Este. Los bomberos tuvieron que acudir pero ya estaba calcinado cuando llegaron. Asimismo, el hombre no se encontraba en Sevilla cuando ocurrió. Aseguró que lo había dejado aparcado allí mientras estaba fuera, cerca de una casa de la familia, aunque los agentes no creyeron que no tuviera garaje y que se despreocupara. También dudaron de que estuviera en una zona poco transitada.
La cantidad asegurada que habría obtenido rondaría los 30.000 euros, según el citado rotativo. Asimismo, la Policía no guarda muchas dudas de que el organizador del suceso sea el propio taxista, aunque aún no habría dado con el autor material. Tras su detención, fue puesto en libertad con cargos, a la espera de un presumible juicio.
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