repor_sexshop_01
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'Intimate' sobrevive desde finales de los 90. Su encargado, Pepe Villalobos, cree normal que los clientes "al principio piensen que entrar en un 'sex shop' es como pecado".

Venden diademas, pero no de lacitos, de ellas cuelgan miembros de goma diminutos que buscan ser divertidos y llamativos. Es uno de los productos más reclamados para las despedidas de soltera. Jerez cuenta solo con dos tiendas que puedan proporcionar artículos sexuales, ya sea para el placer o para la risa colectiva. El comercio que se encuentra en calle Sevilla es un lugar mítico, de los primeros de estas características en establecerse en la ciudad. Pepe Villalobos comenzó a trabajar allí años antes de que terminara el siglo XX. Es la persona que está permanentemente detrás del mostrador, pero no es un simple dependiente que te cobra y te da las buenas tardes; es un confidente y un informador.

A pesar de que la empresa estaba registrada como sex shop, actualmente la catalogan como tienda erótica. "Hemos prescindido de las cabinas, no tenemos en el establecimiento, no funcionan", comenta Pepe Villalobos, que afirma que las cabinas eran el distintivo para autodenominarse sex shop. Pero... ¿en qué consistían dichas cabinas? "Eran pequeños cuartichis en las que las personas entraban solas y tenían una selección de 32 películas diferentes de género de todo tipo: gay, personas mayores, obesas, transexuales… El cliente entraba y en el sillón tenía un mandito con el que cambiar de películas, entonces nadie sabía qué estabas viendo. Tenía más intimidad, más privacidad. Si se desahogaba dentro, ahí tenía su papelito al lado".

No obstante, las cabinas se conocen popularmente por tener espectáculos en vivo, ¿aquí no se desarrollaba ese tipo de servicio? "Aquí en Jerez no, sí por ejemplo en Madrid, Barcelona… grandes capitales se lo pueden permitir porque hay mayor población, más dinero. Tienen cabinas que son redondas, echas el dinero, se abre una ventanilla y hay un espectáculo. Hay espectáculos de parejas, de tríos, de sado… depende, tiene su programación y sabiendo el calendario vas a verlo". Por otro lado están las boutiques eróticas, otro tipo de tienda que va dirigida a la élite social y en la que se ofertan productos de alta gama a precios excesivamente caros.

Es una tienda alargada llena de películas pornográficas (de todo tipo), guirnaldas de forma fálica y lencería erótica. El sonido que se acciona cuando las personas acceden suena pocas veces al día. Pudor, vergüenza -o incluso Internet–... algunos clientes se cortan al pasar por la puerta de la tienda; y eso que no hay un cartel de neon que diga: 'Bienvenidos al mundo de la depravación'. Hasta el comerciante lo admite: "Siempre es normal que al principio se corten un poquitín, piensan que entrar en un sex shop es como un pecado…". En las vitrinas podemos contemplar artículos para ambos sexos: bolas chinas, huevos masturbadores, lubricantes, cremas, aceites, vibradores, estimuladores... Aun así las mujeres se quejan de que hay poca variedad para los hombres; Pepe lo niega: "Lo que pasa es que estamos más limitados y pensamos que el hombre siempre es sota, caballo y rey, y no abrimos lo que es la baraja de cartas de intentar probar cosas. No significa que todo sean penetraciones, hay muchas cosas que sirven para estimular".

"Pensamos que el hombre siempre es sota, caballo y rey, y no abrimos lo que es la baraja de cartas de intentar probar cosas. No significa que todo sean penetraciones"

Anteriormente al local acudía un 75% de hombres y las mujeres en menor medida. Ahora ellas han tomado las riendas y han avanzado en el terreno sexual, lo que genera que la asistencia se iguale entre ambos. Pepe asiente que "las mujeres vienen decididas a comprar, y el porcentaje de hombres que viene dice que no es para él sino para un amigo o para una despedida… Se quitan el muerto, hoy en día ha cambiado bastante el tema. La mujer es mucho más atrevida, no se corta tanto". Tienda Erótica Intimate Jerez también sufrió un -pequeño- boom a raíz de la trilogía erótica de E. L. James. 50 Sombras de Grey revolucionó el mercado sexual y estas tiendas de la provincia de Cádiz (Algeciras, La Línea y Jerez) sintieron un leve crecimiento: "La gente sí que se ha interesado un poco más en comprar la variedad de artículo que salía en el libro. Se han tenido que pedir más esposas, se venden muchos arneses, dildos, látigos bastante fuertes o pinzas con electricidad para descargas en el pezón o en el pene".

La mayoría de los clientes son asiduos. Pepe declara que tiene su propia cartera de clientes. "En este negocio el boca a boca funciona muy poquito porque siempre nos da vergüenza", añade, por lo que siempre es mejor tener compradores habituales. La tienda también ofrece un servicio de tupper sex a domicilio en el cual no es obligatorio comprar un mínimo; pero el llevarlo a cabo sí cuesta una cantidad específica por persona, todo depende del día, el lugar al que se tenga que desplazar la chica que lo trabaja y la hora. "Siempre hay que informarse de si es para un grupo de mujeres, de parejas, de gais, de lesbianas… Estudiamos qué personas van, y luego llevamos determinados artículos. Es una pequeña reunión en la que primero se informa y luego si la persona quiere llevarse algo lo puede comprar directamente o se puede encargar y también se puede traer".

La bandera del arcoíris también asoma por uno de los escaparates internos del comercio. Además de vender productos que intervienen en las relaciones sexuales o en los preliminares -como los juegos eróticos-, también venden objetos cotidianos: carteras o llaveros de la bandera homosexual y productos para la higiene de la mujer como pequeñas cajas con copas menstruales. Es un producto nuevo, pero fue creado en Estados Unidos hacia 1950. El invento se comercializa por toda Europa, pero aún no consigue asentarse en nuestro país, como explica el propio comerciante: "Se están metiendo aquí poquito a poco. En Europa tienen la mente muy abierta y allí se utiliza mucho, aquí en España no. Aquí en Jerez son más reacias a utilizarlo. ¿Pero meterte eso ahí adentro y después limpiarlo?". La copa menstrual posee más ventajas en cuestiones de salud si se compara con los tampones; es una copa de silicona que no absorbe, su composición impide que la vagina se reseque y por otro lado favorece al medio ambiente, ya que no genera residuos. 

"Aquí en Jerez son más reacias a utilizarlo. ¿Pero meterte eso -la copa menstrual- ahí adentro y después limpiarlo?"

"Nosotros en un principio teníamos un tablón de contactos. En el corcho la gente venía y ponía su contacto. Tuvimos problemas, nos denunciaron en la tienda de Sevilla". Este sistema de comunicación para tener sexo funcionaba en el comercio, pero tuvo que cerrarse por la falta de respeto, como comenta Pepe. Una mujer llegó a ser acosada telefónicamente porque su expareja colocó su número en la tienda erótica y ella presentó una denuncia. El corcho se quitó inmediatamente de todas las tiendas Intimate. Después de lo sucedido Pepe Villalobos no guarda anuncios de personas que se acercan a la tienda preguntando por tríos u orgías para dejar un contacto. No quiere saber nada. Finalmente critica la mentalidad que tiene la sociedad hacia el mundo sexual, y ante un marco tan variado -de preferencias- reivindica tolerancia: "No tenemos respeto con el sexo. ¿Te gusta, no te gusta? Muy bien, pero respétalo".

Sobre el autor:

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Claudia González Romero

Periodista.

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