Una turista suiza ha sido la protagonista de un gesto que está dando mucho que hablar en redes. La mujer acudió a cenar con su marido a un lujoso restaurante del norte de Cerdeña situado junto al mar.
A la hora de pedir lo que iban a cenar, la turista se fijó en el acuario que el establecimiento tiene con los crustáceos que posteriormente son cocinados.
La turista le pidió a los camareros que le sacasen una de las langostas que había en la pecera. Cuando el trabajador se disponía a pesarla, la mujer, para sorpresa de todos, le dijo que se la diese.
Con la langosta metida en un cubo, esta helvética se acercó al mar y liberó al animal. "Al principio pensamos que estaba bromeando", ha señalado Antonio Fasolino, uno de los dueños del restaurante, a la Agencia Ansa.
El propietario también ha comentado que la langosta tenía un valor de 200 euros. "Ella decidió hacer una buena acción", ha añadido.