Todo empezó como las últimas revoluciones, por las redes sociales y como decía un profesor mío: "las revoluciones casi siempre surgen en verano". Pero allí no es que sea verano sino que su clima es de 25 grados de media. La razón, la corrupción (¿Qué raro?), en concreto, el caso de "La Línea", que afecta al propio presidente, Otto Pérez Molina (actualmente en prisión provisional por contribuir a una red de defraudación).
Primero las manifestaciones hicieron renunciar a miembros del gobierno, de menor rango y continuaron, viendo la repercusión que iban teniendo, hasta que consiguieron hacer dimitir al ya ex presidente. No se veía tanta revolución en Guatemala desde 1821 (independencia de España) y 1847 (independencia de México). El "espíritu" del presidente Rafael Carrera sigue vivo.
Este fin de semana han celebrado nuevas elecciones, para tener cuanto antes a un sucesor. En la primera vuelta ha ganado el FNC, dirigido por Jimmy Morales, seguido por los partidos LIDER y UNE. Ya sabremos quién vencera en la definitiva segunda vuelta.
Este tipo de países son los que algunos sectores de España llaman "populistas" o "bolivarianos", pero han demostrado que cuando sus dirigentes están "manchados" de corrupción los hacen capitular inmediatamente. Aquí, por el contrario, siguen en sus asientos o disfrutando de vacaciones después de reunirse con algún ministro.
Para concluir, quiero despedirme con el lema de la nación: "Guatemala, el país de la eterna primavera".
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