Para poder evolucionar en la vida cultural hay que abandonar la idea de que hemos llegado a nuestro “techo” de inteligencia o sabiduría, es decir, nunca es suficiente.
Para poder contribuir a la sociedad hay que convertirse en “albañiles” del aprendizaje, estar siempre en obra mental. Mejor que no se descubra el techo, porque si alguna vez lo ves has perdido.
Hay que avanzar en la ideas, no quedarse atrás, pero, a veces uno se pregunta, ¿ qué pasa con las ideas?. Pasa que la sociedad-masa las bloquea porque no interesa que se cambie el pensamiento, estos quieren llegar a la comodidad del bienestar sin importar como, puesto que para ellos la empatia de situaciones es antogónica a su forma de ser.
Para cambiar a la sociedad-masa hay que luchar por y para que el hombre haga un proceso de empoderamiento de las tareas domésticas, respetar que la mujer sea lo que quiera ser (por ejemplo feminizando los puestos directivos de las grandes empresas, los sueldos o en la política) y así colaborar por un mundo más igualitario.
Para terminar, una frase del citado José Ortega y Gasset:
"La mayor parte de los hombres y mujeres tienen una capacidad intelectual muy superior al ejercicio que hacen de ella."
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