ko
ko

#PSICO El cine va más allá: anorexia, duelo, crisis...

En cualquier película, sea del género que sea, suelen aparecer personajes con distintos caracteres y dependiendo de estas particularidades, se desenvolverán de una u otra manera en su vida, o sea, dentro de la historia que en breve se nos describirá en esa gran pantalla en blanco. Pero el cine no sólo toma de lo cotidiano, lo previsible, según el género que convenga, va más allá y echa a volar hasta alcanzar los rincones más profundos de la esencia humana. El recurso de lo psicológico, lo mental, lo introspectivo, ha sido un trámite obligado para los profesionales de esta industria a la hora de representar sus proyectos, quizás los más personales. En este espacio agradecemos al Séptimo Arte (a todos los profesionales que conforman esta fascinante empresa) con esta pequeña muestra de ejemplos cinematográficos, que nos permita disponer de este legado sobre determinados casos relacionados con la salud mental que hoy en día son motivos de preocupación, investigación y búsqueda de soluciones. Gracias al celuloide podemos aprender y comprender como muchas personas podemos desarrollar trastornos, llámense del ánimo, personalidad, identidad sexual, conductas alimentarias, etc. Agradecemos las historias como las que a continuación propongo, historias que dejan huella, a veces muy muy profundas, leyendas que conmueven e interesan tanto a profesionales, como a estudiantes de psicológica o simplemente a buenos aficionados al cine.  

Kauwboy. Holanda 2012. Director: Boudewijn Koole. Duelo.

No es posible despertar a la conciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad (Karl Gustav Jung).

Esta descripción refleja precisamente la temática de este film. Como la incomunicación y el no afrontar la realidad conduce al empeoramiento del trastorno. Se muestran perfectamente los cinco estadios del proceso del duelo recoge la doctora Elizabeth Kubler Ross: negación y aislamiento, ira, pacto, depresión, aceptación. Todo ello envuelto en una preciosa metáfora donde el protagonista, Jojo, un niño de diez años, nos muestra mediante la adopción de una cría de grajo el afrontamiento y la aceptación de su conflicto. Altamente recomendable tanto para personas en estados de duelo como para profesionales.

La música nunca dejó de sonar. Estados Unidos 2011. Director: Jim Kohlberg. Musicoterapia, trastornos neurológicos, amnesia.

Aquí nos movemos en los intricados mundos de la mente, del cerebro, de la neurología y cómo las terapias no convencionales tienen un acierto realmente importante en cuestiones como la que nos presenta esta película, basada en un caso de estudio de nada más y nada menos que de Oliver Sacks, acreditado neurólogo, autor de números libros sobre estudio de casos sobre enfermedad neurológica. La historia trata sobre una familia dividida por el típico choque cultural y generacional entre padres e hijo. Hace veinte años que Gabriel, hijo de esta pareja, se marchó del hogar. Un día los padres son avisados por el hospital comunicándoles que su hijo, debido a un tumor, se encuentra ingresado. Para sorpresa de estos, Gabriel ha perdido la memoria por completo. Tras probar varias terapias sin resultados, los padres confían en una musicóloga que parece dar con la clave de su problema porque su hijo reacciona, se expresa y recuerda con juicio cuando escucha música rock. Un claro ejemplo de cómo la música nos puede transportar al pasado y conectar con aquellas emociones vividas.

20 centímetros. España 2005. Director: Ramón Salazar. Transexualidad, prostitución, narcolepsia.

¿Soy hombre o soy mujer? Nacer con un sexo distinto al que se encierra en tu mente es una tortura a la que se enfrentan la gran mayoría de transexuales ya que perciben que el sexo en su cuerpo es un error, porque la forma en la que ven y sienten la vida es la del sexo opuesto. No existe vestuario, ni maquillaje, ni tacones suficientes para cambiar tu verdadera identidad. La solución está a veces en despertar en un quirófano sin aquello que te sobra o no quieres volver a ver. He aquí el sueño de la protagonista que para colmo, sufre de narcolepsia y curiosamente es durante esos trances donde ella se ve tal como le gustaría ser. En esta especie de drama, comedia y musical, Marieta, la protagonista, heredó el nombre de su padre, Adolfo, pero además algo que le traumatiza y repele, como son los veinte centímetros de órgano viril.

Malos Hábitos. México 2006. Director: Simón Bross. Anorexia, Bulimia, maltrato psicológico.

Esta película trata de Elena, una madre anoréxica que proyecta sobre su hija que sea tan delgada como ella, sin importar ni los límites ni los medios que tenga que emplear para conseguir este fin. Por otro lado, se encuentra Matilde, monja y sobrina de Elena que tras una experiencia en la infancia cree que Dios es el recurso para aliviar los males del mundo, adquiriendo por ello un trastorno de purga y anorexia debido a las penitencias autoimpuestas para conseguir el asentimiento del creador. En esta película se refleja una problemática enfermiza de la sociedad en que vivimos y que afecta principalmente a las mujeres que buscan escapar a sus problemas (autoestima, ansiedad, miedos, etc.) intentando controlar la comida consiguiendo ni más ni menos que el efecto contrario.

La Herida. España 2013. Director: Fernando Franco. Trastorno límite de la personalidad.

Ana, la protagonista, una chica de 28 años, trabaja en un centro hospitalario mostrando atención y solidaridad con los enfermos.  Mientras trabaja ella se siente útil, ocupada y tranquila, pero fuera de este entorno, cuando regresa a su casa se muestra inseguridad, tristeza, sentimientos de vacío. En cuanto a las relaciones sociales, tampoco se desenvuelve bien, demuestra cierta imprevisibilidad e irritación, sobre todo en la comunicación. Ana no puede controlar estas emociones que día a día le atormentan por lo que poco a poco empieza a realizar conductas autolesivas para compensar ese malestar gestado, pero lo único que consigue es sentirse cada vez más culpable, sola e incomunicada.

Spider. Canadá 2002. Director: David Cronenberg. Esquizofrenia.

Quien mejor que D. Cronenberg para trascender hasta lo más profundo del espectador. Tocar esa fibra en nuestra mente que no sabíamos que existía, conseguir que la película se meta dentro de nosotros y no nosotros en la película. En este film el director nos proyecta a un lúgubre viaje al interior de la mente humana. Spider, un hombre enfermo que busca encontrar su paz, creer en sus juicios y para ello deberá desenmarañar sus propios y engañosos recuerdos. Mentalícese para verla, porque puede ser una experiencia inolvidable.

La Secretaria. Estados Unidos 2002. Director: Steven Shainberg. Sadomasoquismo.

Lee Holloway (Maggie) ha abandonado el psiquiátrico donde la internaron por su tendencia a la autolesión. Animada por sus padres, encuentra trabajo como secretaria de un abogado (James Spader) con el que inicia una relación sadomasoquista de tipo posesión-sumisión. Una película elegante y reflexiva en la que se tratan temas tan delicados como  la autolesión. Nos asomamos a un sufrimiento anímico con la necesidad de manifestar oscuros sentimientos por preferencias sexuales en las que se incluyen la humillación y la dominación, mezclados con una pasión compulsiva derivada de una soledad enfermiza. A pesar de todo, no deja de ser una película razonablemente divertida que trata sobre cosas realmente serias.

Yo, Cristina F. Alemania 1981. Director: Uli Edel. Trastornos por consumo de sustancias, drogadicción.

Una historia inspirada en hechos reales que trata de una adolescente de doce años que vive con su madre y hermana pequeña en un soporífero barrio de las afueras de Berlín Occidental. En la película, desarrollada en los años setenta, se contemplan de manera  rigurosa todas las diferentes etapas por las que pasa la protagonista hasta descender a lo más profundo del infierno de la dependencia. Hoy en día es considerada  una película de culto. Saliéndonos un poco de la temática, si eres fiel a una buena banda sonora, esta no te la puedes perder, ya que está interpretada por David Bowie junto a Brian Eno.

Dos en la carretera. Reino Unido 1967. Director: Stanley Donen. Crisis matrimoniales, relación de pareja.

Un film sobre los duros conflictos que plantean las relaciones de pareja. Los personajes Audrey Hepburn y Albert Finney (en la ficción Joanna y su marido Mark) intentan en plena crisis conyugal revivir los comienzos de su relación, sus primeros años de matrimonio, sus infidelidades… pero lógicamente, el paso del tiempo ha hecho mella en ellos y deben enfrentarse al esencial dilema de separarse o aceptarse tal como son. Como curiosidad, decir que fue tan acertado el guion sobre estos escabrosos temas que el mismísimo Stanley Kubrick fichó al guionista (Frederic Raphael) para escribir su obra póstuma, Eyes Wide Shut. Suele ser una película recomendada por terapeutas a parejas en momentos de crisis.

Helen. Reino Unido 2008. Director:  Sandra Nettelbeck. Depresión.

Helen es una profesora de música y virtuosa pianista que de repente comienza a sufrir de llanto crónico, baja autoestima y  permanente angustia que la llevan a perder la concentración y energía en todas sus actividades. A pesar de que cuenta con su marido e hija, sólo se siente comprendida por Mathilda una adolescente que comparte sus mismos sufrimientos. “Ella no me pregunta cómo me siento, ella me entiende”. Juntas comienzan a desarrollar un relación muy empática, identificándose con sus sentimientos depresivos. Sus familiares intentan por todos los medios que Helen no abandone el sentido e importancia familiar.

Shame. Reino Unido 2011. Director: Steve McQueen. Adicción al sexo.

Una obsesión vivida hasta la saciedad se anula en sus propios excesos. (E. M. Cioran)

En esta película el director nos muestra que el sexo, algo tan natural y humano, se convierte en una cárcel de soledad para el protagonista, que es capaz de sacar de él, su  parte menos humana. Brandon (Michael Fassbender) es una persona atormentada que lejos de disfrutar de su aparente y cómodo estilo de vida, convive con los sentimientos de culpa, vergüenza y confusión, que son los que le llevan a realizar tales comportamientos enfermizos.

La naranja mecánica. Reino Unido 1971. Director: Stanley Kubrick. Trastorno Antisocial.

El hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe. (Rousseau).

Alex Delarge es un sociópata líder de una banda que se dedica a realizar atrocidades como parte de su rutina diaria. El protagonista en su casa miente, por lo que sus padres no saben nada de su doble vida. Todo se complica cuando es capturado y se le intenta reinsertar mediante técnicas psiquiátricas de corte conductista. Es entonces cuando la vida le da un giro de ciento ochenta grados y sus víctimas se convierten en verdugos. El director S. Kubrick, llegó a pedir a la Warner Bros Pictures que retiraran la película de las carteleras en el Reino Unido tras recibir amenazas él y su familia por los crímenes y agresiones que ocurrieron tras el estreno de la misma imitando al intérprete principal del film. De hecho, una chica alemana fue violada en 1973 por unos hombres que cantaban Singing in the rain, canción que utilizaba el protagonista a la hora de violar y torturar a sus víctimas.

La escafandra y la mariposa. Francia 2007. Director: Julian Schnabel. Accidente cerebrovascular, neuropsicoestimulación.

Película adaptada del libro del libro autobiográfico de Jean-Dominique Bauby, un periodista que en 1995 sufre un accidente vascular mientras conduce su coche acompañado de uno de sus hijos. La película nos sumerge en la claustrofobia que experimenta el protagonista al verse atrapado dentro de un cuerpo que no puede mover, comer, hablar, respirar sin asistencia y donde sólo a través del párpado de su ojo izquierdo puede atravesar al mundo exterior y mostrar lo único que le queda, su mente. Sincero testimonio llevado sorprendentemente genial a la gran pantalla.

Hannah y sus hermanas. Estados Unidos 1986. Director: Woody Allen. Hipocondríasis.

El hipocondríaco se imagina que tiene todas las enfermedades de las que oye hablar. (I. Kant)

Aunque el film no trata directamente sobre hipocondríasis, sino más bien sobre la relación entre tres hermanas de caracteres muy diferentes, hago hincapié en el personaje que el mismo Woody Allen desempeña. Un hipocondríaco de libro y que como buen neurótico realiza visitas al médico más de dos veces al mes. En una de esas visitas su médico le dice que “puede” que padezca algo, quizás un tumor. A partir de aquí comienza por su cuenta a investigar llegando a conclusiones donde el humor y lo cínico se dan la mano.

Mejor Imposible. Estados Unidos 1997. Director: James L. Brooks. Trastorno obsesivo compulsivo.

Melvin Udall (Jack Nocholson) nos muestra un gran repertorio de síntomas que atañen a este trastorno. Tiene inflexibles rutinas como por ejemplo comer todos los días en el mismo sitio llevando sus propios cubiertos al restaurante, no pisar las líneas entre las baldosas de la calle, apagar cinco veces el interruptor de la luz…, pero gracias a Carol, la única camarera que soporta los enfermizos malos modos del protagonista, empieza a experimentar sentimientos que antes no había conocido. Una película conducida por grandes actores que derrochan de lo mejor de su repertorio interpretativo, pero que al estar destinada a todos los públicos, su desenlace no deja de ser uno más de los previsibles que ofrecen las grandes producciones americanas. Para verla con palomitas.

Crash. Canadá 1996. Director : David Cronenberg. Parafilias, sexualidad alternativa, mecafilia, sinforofilia.

Ante los temas escabrosos y difíciles de tratar ante el gran público, ahí está de nuevo D. Cronenberg. Es difícil no escandalizar cuando se transciende del sexo normal que acostumbramos a ver en el cine, enfocado de manera erótica, a la realización del acto sexual acompañado de metal, heridas, fantasías sobre accidentes… y donde la manera de plasmarlo es retorcida, insana y enfermiza. Para los protagonistas de este film, un accidente de tráfico es una encarnación al acto sexual donde lo pueden expresar y sentir como algo violento, incontrolable y de consecuencias imprevisibles. Puede que tras esta minoría de personas con estas mentes insanas se esconda la metáfora sobre el vacío que experimenta de manera existencial el ser humano y su intento de aliviarlo, engañándolo  con las tecnologías.

Para concluir este espacio me gustaría aclarar que son muchas las películas que se quedan en el tintero sobre la temática expuesta. A pesar de todo, y dicho sea de paso, hay que reconocer que existen muchos films que tratan sobre estos asuntos pero que carecen de cierta autenticidad a la hora de proceder y ceñirse en lo esencial de cada caso. A veces porque el tema es tratado de forma secundaria, o porque el del actor o actriz principal, encasillado en otros géneros, absorbe un protagonismo más indicado quizás para encontrar la aceptación de un público en masa. Casos como Mr. Jones donde Richar Gere demuestra tener trastorno bipolar o Copycat en que Sigourney Weaver realiza el papel de una claustrofóbica podrían ser ejemplos de lo aludido.

Todos los grandes acontecimientos tienen lugar en nuestra mente. 

O.Wilde

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído