Mapa global del coronavirus, actualizado a 16 de marzo de 2020.
Mapa global del coronavirus, actualizado a 16 de marzo de 2020.

En primer lugar, las personas, sin duda. Espero que todos ustedes, lectores queridos, se encuentren bien, lo mejor posible. Yo estoy bien, en un aislamiento voluntario decidido por mí mismo, en razón de mis viajes y de los de mi familia. No estamos enfermos ni tenemos síntomas. Hoy empieza mi cuarto día de aislamiento voluntario. No tenemos perro, pero tenemos un jardín al que podemos salir a airearnos, y un bosque cercano. Aquí los paseos higiénicos no están prohibidos, nada está prohibido, pero cuando salgamos tendremos buen cuidado de no acercarnos a nadie a menos de 2 metros. Tenemos la suerte de que nos traen la comida a casa. Varios vecinos se han ofrecido para abastecernos también. Ni estamos enfermos ni tenemos síntomas, insisto, pero nos quedamos en casa los próximos quince días porque estuvimos en Suiza y en Madrid.

Comprendo que la inmensa mayoría de las personas viven en casas relativamente reducidas de espacio, sin un jardín a su disposición, con ventanas que dan a un patio y ahora con la absoluta prohibición de salir a la calle, excepto los que tengan un perro, que saldrán por turnos, claro, los que saquen la basura, los que vayan a comprar el pan, los que vayan al super y los que tengan que ir a la farmacia o a la droguería. Aquí las droguerías son de primera necesidad. Salgan a todos esos mandaos, claro, salgan, pero mantengan las distancias con severidad. No necesitan ponerse guantes, ni siquiera mascarillas, necesitan mantener la distancia y lavarse las manos cuando vuelvan a casa, y antes de sentarse a comer. El miedo no guarda ni la viña, no hagan caso de refranes ni supersticiones; sin miedo se tiene la tranquilidad para actuar bien y mantener la distancia cuando tengan que salir. Esto va a durar y no solo quince días, nos tenemos que poner a aprender ahora mismo e interiorizar una nueva forma de vida para una temporada.

Pero las personas no son solo su salud, y si primero son las personas primero es también la democracia y los derechos fundamentales y los básicos de las personas. Hay mucha urgencia porque se acate simplemente el Estado de alarma y ya se hablará de todo después. No, no es así. Vamos a ir hablando de todo en todo momento, que luego es tarde.

Las personas tienen que comer y se han quedado sin trabajo. Hay personas que no tienen un techo bajo el que habitar y hay personas que siguen siendo lanzadas de su vivienda por desahucio. Lo siento pero esto no puede aceptarse ni acatarse simplemente. Crece la preocupación entre løs médicøs MIR que están a punto de terminar su contrato de residencia y a los que se les ha anunciado la renovación de sus contratos, pero no está claro en qué condiciones, y lo que les correspondería a no pocos sería pasar a ser médico adjunto, una gran diferencia y que sería su derecho.

No olvidemos que las personas son también sus derechos, y lo primero son las personas, pero las personas lo son con los derechos que las hacen personas. La Ley hay que cumplirla en toda su extensión, ¿no era así? Pues necesitamos salir de esta duda, de que nuestros médicos serán respetados en todos sus derechos también. Los médicos y el resto de personal sanitario y no sanitario. Las cajeras de supermercado, el personal de las farmacias, etc., etc., etc. La Ley no es solo dictar un bando en nombre de la “autoridad competente” y poner patrullas por las calles. Gobernar no es mandar, incluso en situaciones de crisis, que es donde aflora, o no, el carácter de todøs.

El bando

Gobernar no es mandar, e incluso en situaciones difíciles lo aceptable en una democracia es solo la gobernanza. En Suiza no se ha suspendido, cuando esto escribo, su especial federalismo, ni en Austria ni en Alemania. ¿Por qué se ha suspendido en España ese cuasi federalismo existente? Motivos no se observan desde aquí, excepto el de una cultura política más tendente a mandar que a gobernar. En la televisión pública alemana, ayer por la noche, salieron los ministros federales de Sanidad y de Interior, quedó claro que estaban actuando con los ministros federados del ramo. Luego salió el presidente del Gobierno de Baviera, para dejar claro que no habría prohibición de salir a las calles, en ningún caso, e insistió largamente en dar detalles de cómo la gente tiene que actuar para protegerse y proteger a los demás. Luego salió el presidente del Gobierno de Baden-Württenberg para hablar del cierre de fronteras con Francia, excepto para mercancías y trabajadores.

Hay otras formas de actuar y para descubrirlas hay que coordinar, cooperar y vivir la democracia, que es coordinar y cooperar. La conversación nos hace mejores, y si nos hace un poco más lentos es para tomar decisiones menos equivocadas. Vean ustedes la decisión sobre dejar abiertas las peluquerías de la “autoridad competente”, la prohibición posterior del Gobierno de Madrid, y la desairada respuesta de la “autoridad competente” aceptando la prohibición pero menospreciando a la prohibidora.

Trabajar juntos no es ponernos en una fila y simplemente obedecer, trabajar juntos es hacerlo. Desmontar el Estado, porque las Autonomías son el Estado, es un error. Las Autonomías son las que hacen funcionar a España todos los días del año, ¿no se han dado cuenta? ¿Quién organiza y sabe organizar las escuelas, los hospitales, la policía, los bomberos? LAS AUTONOMÍAS.

El bando apeló a dos cosas: la salud y la unidad orgánica de España. Parece innecesario apelar a la unidad orgánica de España cuando hasta ahora lo único que ha faltado, precisamente, es la coordinación desde el ‘Gobierno Federal de España’. Parecería que para tapar esa carencia llega un bando de tono militar. En otras sociedades democráticas eso vendría seguido de una protesta rotunda.

Decía el vicecanciller alemán, Olaf Scholz, que en un estado federal más personas aportan ideas de solución, se termina decidiendo una y más personas cuidan de la decisión. En un estado centralizado si una decisión ha sido mal tomada nos lleva a todos donde no debemos. Ejemplo, las peluquerías, tres ministros de Estado que no saben quién es el responsable de fronteras o la situación de los médicos MIR. No trato de ridiculizar al Gobierno, trato de que el Gobierno no desprecie injustamente la estructura democrática de Estado que nos dimos en 1978: el Estado Autonómico.

Las acciones para combatir esta epidemia, pandemia, son ideológicas, ahí tenemos al Reino Unido haciendo todo lo contrario que el resto de Europa, ahí tenemos a Corea del Sur mucho más eficaz y menos lesiva socialmente para lograr mayores y mejores éxitos que China. Los virus no entienden de ideologías, se repetía en la presentación del bando, pero la ideología marca definitoriamente la solución en una epidemia, pandemia. Dejar al Ministerio de Trabajo fuera del Gabinete de crisis no parece la decisión más acorde a la situación difícil que atraviesa España. Situar todas las policías bajo un mando único quizá no sea, tampoco, la mejor idea en una democracia. Otros países no lo han hecho.

La solución de Corea del Sur, al contrario de las medidas draconianas de China, es información, tests para diagnosticar quién tiene el virus y decisiones rápidas.

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