Enfermeras, el motor del cambio

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Profesor de la EASP. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Las enfermeras del hospital Regional de Málaga.
Las enfermeras del hospital Regional de Málaga.

Faltan en España 120.000 enfermeras. Y mientras existe esta falta, la covid-19 ha revalorizado el papel de ls enfermeras y más con su papel de liderazgo de la vacunación. Aunque la epidemia ha vuelto la pro­fesión todavía más estresante, ha sido una excelente oportunidad para demostrar la cualificación, entrega, desempeño y liderazgo de las enfermeras. Hace años que las enfermeras son licenciadas y siguen cobrando como diplomadas. Tienen pocas opciones de promoción, de ascenso, de carrera profesional, con unos salarios muy bajos en las residencias y centros sociosanitarios. Y es que #faltanmiles.

Y la realidad, ante este panorama es que necesitamos, enfermeras con h-alma, con honestidad y humildad, capaces de ponerle alma, corazón y vida a los objetivos que se plantean.

Y necesitamos que las enfermeras den un paso al frente, estén en primera línea, sean referentes, tengan un papel clave, ayuden a mejorar el sistema, sean la palanca de cambio, planteen un cambio en la relación con pacientes, lideren la transformación del sistema sanitario.

Para ello, necesitamos algunas cosas:

1. Pensar y reflexionar antes de decir y hacer, la coherencia entre lo que piensa, dice y hace, la coherencia entre lo que dice y lo que hace y la coherencia entre lo que dice y como lo dice son aspectos fundamentales en el trabajo de una buena enfermera.

2. Es fundamental que las enfermeras aprendan y desaprendan, para vaciar la mochila que llevan de ideas del pasado que no ayudan a avanzar. Es básico para ello, querer aprender, junto a la capacidad de asombrarse, además de saber gestionar el ego, que nos marca querer tener razón, ver problemas donde no los hay, y ante ello, asumir que el PGP (Perdón, Gracias, Por favor) es un buen tratamiento para fortalecer la humildad y minimizar el dañino ego que hace daño y nos hace daño. Enfermeras sin ego.

3. Junto a la honestidad y la humildad, entre otras, es básico tener claro que el cambio empieza en las enfermeras. Y para ello es necesario poner el heroísmo en la frente. La clave de heroísmo es tener claro que el cambio empieza por uno mismo, que es necesario planearse una posibilidad de transformar lo que hay, trabajándose el yo conmigo para poder tener un buen yo contigo y junto a ello, un nosotros. Se necesitan héroes y heroínas cotidianas que luchen contra la mediocridad y la chapuza. Este es el tipo de heroísmo que necesitamos: que contagie valor, dignidad, calidad y compromiso. Para ello, es básico enfermeras que pongan encima de la mesas, coraje y talento.

Para poder intervenir y mejorar el trabajo de nuestro entorno con más eficacia, mejor bienestar y más poder, es fundamental que las enfermeras trabajen aspectos que llevan a actuar erróneamente, como:

1. Verlo todo negativo, es decir, tener un filtro mental negativo que dificulta generar el cambio. Porque si solo vemos problemas en el trabajo de enfermera, nos sentimos menos capaz de resolverlos. Si solo percibimos lo que hacemos mal como enfermeras, disminuye la autoestima. Y además, si a los demás solo les decimos lo malo que tenemos, nos convertimos en enfermeras poco influyentes para pedir y generar cambios. ANTE ELLO, es importante identificar los aspectos a reforzar y lo que es importante cambiar en el trabajo tan importante de las enfermeras.

2. Etiquetar a las enfermeras como ayudantes y no como grandes profesionales que son no ayuda al cambio. ANTE ELLO: remitirse a los hechos nos ayuda a dar un salto en el trabajo tan importante a reforzar de las enfermeras. Cuan importante es el cuidado. Cuan importante es la escucha. Cuan importante es la cercanía al paciente. Las enfermeras, cómo decía Rosa Montero son personajes cruciales en los tiempos turbulentos del dolor, en ocasiones más importante que los médicos. Y añade: La influencia de la enfermera no se limita al paciente, sino que afecta también de manera definitiva a la familia de este, a sus seres queridos.

3. La generalización nos lleva a una conclusión que no concuerda con la realidad. Y la realidad, que no generaliza, sino que matiza y concreta es la historia de Ana María, una “enfermera lectora”, dos pasiones que la han empujado a conseguir que durante los momentos más duros de la pandemia se iniciase una ola de solidaridad en torno a los libros. Ella fue la que pidió a sus compañeros que le donasen libros, a sus amigas del club de lectura, a sus vecinos... los metió todos en su coche y se fue a IFEMA a luchar contra el virus, con su ropa de protección, sus medicinas y sus libros. De esta manera nació la Biblioteca de IFEMA, que más tarde se llamó Biblioteca Resistiré; por la decisión de una enfermera de dar esperanza y vida a sus pacientes con libros, recetaba libros para salvar vidas.

4. Catastrofismo: Aunque el trabajo de las enfermeras necesita ser muchísimo más reconocido, incluso desde el punto de vista económico, es necesario tener en cuenta que su importancia es extraordinaria. ANTE ELLO: Su profesionalidad es imprescindible y con su cariño y dedicación sobreviven (en el sentido literal y en el figurado) muchos y muchas enfermos y enfermas.

5. Suponer: Dar por hecho que sabemos que piensan los demás y/o las razones de su comportamiento sin tener prueba de ello. Y la realidad es que las enfermeras han tenido un papel muy destacado, aunque invisible, a lo largo de la Historia ANTE ELLO: no supongamos, PREGUNTAR es la clave, conocer lo que opina la población, saber que piensa. Y a partir de ahí, construir un nuevo relato, un relato que supere la invisibilidad y dé una nueva visibilidad al trabajo de las enfermeras.

Las enfermeras tienen un papel clave en la atención sanitaria y también en la promoción de la salud, en la prevención de enfermedades, desde una perspectiva de la gestión de cuidados. Las enfermeras brindan los cuidados en base a una evidencia científica a la que le añaden empatía y escucha activa.

Sabemos que más de 59.000 enfermeras participaron en la Segunda Guerra Mundial, de las que más de 200 murieron. Verdaderas heroínas. Olga Navarro y Vanessa Ibáñez han escrito Enfermeras invisibles, un libro con el que reivindican a 13 antecesoras excepcionales cuyos logros, en muchos casos, permanecían invisibles. Enfermeras invisibles lograron que el mundo sea un lugar mejor, cómo Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray, Letitia Mumford Geer, Irina Sendelr, Isabel Zendal, Elvira López o la enfermera contemporánea anónima que luchó en la pandemia del covid-19.

También ha habido profesionales que acaban convirtiéndose en heroínas de cine, revolucionando la enfermería. Así, encontramos películas que nos marcan el papel de enfermera que vale la pena recordar:

1. Florence Nightingale: En el 2008 salió este drama que cuenta la historia de una enfermera que se convirtió en una de las heroínas más grandes de Gran Bretaña, centrándose en las consecuencias de la Guerra de Crimea.

2. Luz de Soledad: Una película de 2016 en la que la trama se centra en el origen y los inicios de la institución religiosa Las Siervas de María. Las Siervas de María se enfrentan a toda clase de persecuciones religiosas, epidemias y revoluciones. En junio de 1915, treinta y seis Siervas de María fueron las primeras enfermeras tituladas en España gracias al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.

3. Hable con ella: Un enfermero y un escritor se enfrentan a la soledad de la manera más cruda y cruel que puedan imaginarse. Dos almas heridas por el azar del destino, dos espíritus aparentemente muertos y convalecientes en camas hospitalarias a la espera de un milagro sobrenatural. La incomunicación, soledad, amistad y pasión irracional son temas este film de Pedro Almodóvar.

4. Amar la vida: La protagonista encarna a una profesora de literatura, académica, soltera, extremadamente disciplinada y racional, a la que diagnostican de un cáncer de ovario avanzado. Critica duramente al sistema sanitario y a sus profesionales, pero por otro lado elogia al personal de enfermería por su papel fundamental como cuidadores.

5. Historia de una monja: Audrey Hepburn encarna a una joven belga que pertenece a una familia burguesa y que ingresa como novicia en un convento. Tras profesar como monja, la hermana Luke es enviada al Congo a trabajar como enfermera en una misión.

Y nosotros queremos enfermeras de carne y hueso, que nos hagan sentir toda la emoción del mundo, todo su cuidado, toda su profesionalidad, todas sus habilidades, todo su saber, todo su hacer equipo, todo-todo.

Las 5 películas que hemos comentado, nos muestran una manera de hacer de una profesión y ser enfermera, es mucho más que ello: son el elemento fundamental para conseguir el cambio. Cambio necesario por cierto. Lo necesitamos aunque no es fácil. Sin duda, las enfermeras pueden facilitar el conseguirlo. Ellas son la clave. Y para ello es fundamental, ATREVERSE, osar.

Por unas enfermeras que son el motor del cambio. Os necesitamos al frente porque lo valioso para los pacientes, cómo dice la gente de FFPaciente son las enfermeras.

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