Periodista de vocación
Manuela Romero nació en La Zarza, una pedanía de Huelva, a solo 20 kilómetros de Valverde del Camino, pero lleva en Jerez desde 1992. Lo del deporte, y sobre todo el fútbol, lo lleva en la sangre desde que era muy pequeña. Su abuelo la llevaba de la mano a ver al equipo de su pueblo, porque el campo estaba en frente de su casa. Desde niña tenía muy claro a lo que quería dedicarse, así que lo suyo es pura vocación de periodista.
Atrás quedaron esos tiempos de fútbol cerca de casa y también sus tiempos de estudiante, sus prácticas en el antiguo Periódico del Guadalete, y sus cinco años de carrera en Barcelona. Allí trabajó en el Mundo Deportivo. Después llegó a Jerez de la mano de Santiago Manuel Santiago, jefe de deportes de Diario de Jerez por aquel año 92, y hasta hoy.
Manuela ha conocido al Xerez Club Deportivo en todas las categorías, y hoy, también la realidad del otro equipo de la misma ciudad (además del Jerez Industrial, como es obvio) que nació de problemas en los que no procede entrar ahora.
Manuela Romero recibió el pasado 8 de marzo el Premio Racimo, otorgado por el Ayuntamiento de Jerez, según reza el acta del jurado a la veterana corresponsal del mundo deportivo, "que ha abierto el camino a otras muchas mujeres en este campo de la información deportiva, tradicionalmente tan masculinizado".
La verdad es que es increíble. No me puedo quejar. Han sido intensos. Han tenido de todo, como en todas partes. Al principio fue duro, pero le tengo que agradecer a Manuel de la Peña y a Santiago Manuel que apostaron por mí. Yo llegué de prácticas al desaparecido Periódico del Guadalete, que luego se convirtió en Jerez Información. Fernando Merchán me conocía de Huelva porque había hecho prácticas. Con 14 años le hacía crónicas de baloncesto, de deporte escolar. Así que cuando empecé a hacer periodismo trabajé con él los veranos. Ha cambiado todo muchísimo desde entonces, claro. Desde pasar las crónicas por fax al portátil. La revolución tecnológica.
Yo venía de Barcelona. Hacía cosas para el Huelva Información y de allí y acabé en el Mundo Deportivo. En Barcelona, una ciudad grande y cosmopolita, todo era diferente. En la redacción podía haber cinco o seis mujeres, entre ellas Carmen Barceló y Cristina Cubero. Eso por decirte dos. En el diario Sport también había muchas mujeres, y a mí eso de ser mujer me pasó desapercibido.
Sí, sí. Aquí sí. Pero cuando llegué yo estaba Pilar Hernández, que trabajaba en Canal Sur. Y la verdad es que me vino maravilloso, porque en un mundo de hombres, tener a una chica al lado me venía muy bien. Pero sí que hubo momentos en los que la gente te miraba cómo diciendo: "¿Esta que hace aquí?". Me decían también: "¡Una niña! ¿Pero tú estás aquí porque te gusta?".
Es que a mí me gusta mucho más el periodismo escrito que la radio y la televisión. Yo, desde el primer momento, tenía muy claro que me iba a dedicar a la prensa escrita. Estamos hablando de que hace 40 años no tenía todo tanta repercusión. Hoy la radio y la tele es la inmediatez, la prensa escrita es para los románticos. Ahora impera lo digital. A nivel de prensa escrita en Barcelona llegué a lo máximo. Allí lo tenía todo, era muy feliz. Pero claro, me faltaba mi tierra y mi familia, que era lo más importante para mí.
"Me gusta mucho más el periodismo escrito que la radio y la televisión"
Las anécdotas más simpáticas las tengo con Luis Aragonés, con Clemente, en mi época en Barcelona. Con Schuster, miles, por su carácter. Pero a mí, la gran mayoría, me respeta. Salvo alguna excepción con eso de "la niña", pero hoy, como yo digo, no tengo hijos, pero podría tener hasta casi nietos, y sigo siendo "la niña".
No, no me sentaba mal. Me sienta mal cuando es en tono despectivo. Cuando intentan con eso de "la niña" hacerme ver que estoy ahí porque soy mujer, no por mi trabajo. Pero a estas alturas ya no tiene ningún sentido. Y los de estas categorías donde está el futbol de Jerez, muy respetuosos. Hay gente muy preparada y siempre son muy amables.
Eso me lo ha preguntado mucha gente. Hombre, te da mucha pena. Pero no solo por el trabajo. No tienes los mismos medios en el Santiago Bernabéu o en el Sánchez Pizjuán o en el Nou Camp, que si vas a Lebrija o a Las Cabezas. A mí me da pena en ese sentido. Pero se disfruta también porque ves el fútbol desde otras perspectivas. Es más puro, aunque ahora está más profesionalizado. Cualquier entrenador tiene el máximo nivel, cualquier jugador está preparado.
"Disfruto del fútbol que tenemos en Jerez porque lo veo desde otra perspectiva"
Son pasitos que se han ido dando a lo largo del tiempo. El éxito de la selección femenina no es la Nations League o el Mundial. Para llegar ahí has tenido que ir sumando. Y también te digo: todo eso a las mujeres les cuesta el doble que a los hombres. Que si la Selección gana un Mundial y dos Eurocopas tiene un valor incalculable, pero lo que han hecho las mujeres todavía tienen más valor, sobre todo España. Hay que ser realistas: no puedes comparar el femenino español con el de Estados Unidos; por infraestructura, desarrollo. De todo. Se han dado pasos, pero aún queda mucho por hacer.
Todo es muy relativo. Y a mí me gusta analizar todos los contextos. Si nos referimos al famoso beso de Rubiales y Hermoso, esto tiene muchos matices, y para gustos, los colores. A mí me pareció una salida de tono: ni momento de euforia ni de nada. Pero no estoy de acuerdo con todo lo que vino después. Pero polémicas, desde luego, hay en los dos ámbitos.
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