Sevilla, pionera en poner nombre a las olas de calor: "Las altas temperaturas matan silenciosamente"

Durante un año, la ciudad será un laboratorio urbano desde el que se emitirán alertas en fase de prueba para concienciar sobre el potencial impacto de los efectos del cambio climático

Dos viandantes protegiéndose del fuerte calor y las altas temperaturas, en días pasados, en plena ola en junio.
Dos viandantes protegiéndose del fuerte calor y las altas temperaturas, en días pasados, en plena ola en junio. MANU GARCÍA

Sevilla ha dado hoy un paso adelante en la lucha contra el cambio climático al constituirse como laboratorio urbano para albergar una experiencia piloto y pionera en el mundo que pretende mitigar uno de los principales efectos de este desafío planetario; el incremento de las olas de calor. "El Ayuntamiento ha expresado su interés en abordar temas de cambio climático y específicamente la problemática de las zonas de calor para tomar medidas proactivas que protejan a las personas", informa a lavozdelsur.es Geraldine Henrich-Koenis, directora de comunicación del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation.

La capital hispalense será la sede del proyecto proMETEO, una iniciativa en fase de prueba que consiste en clasificar y dar nombre a las olas de calor que suceden en nuestro territorio para alertar de la importancia de este fenómeno meteorológico y sus posibles efectos sobre la salud, en particular de la población más vulnerable. "Hemos venido trabajando junto a científicos y expertos locales y globales, con una metodología que identifica retrospectivamente cuáles han sido las temperaturas en las últimas dos décadas en Sevilla y cómo han sido correlacionada a los impactos de la salud", aclara Henrich-Koenis.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y la directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation, Kathy Baughman McLeod, organización promotora de la iniciativa, han sido los encargados de presentar hoy en los bajos del Paseo de Marqués de Contadero este proyecto en unas jornadas en las que han participado ponentes internacionales y los principales socios del proyecto entre los que se encuentran, además del consistorio hispalense, la Agencia Española de Meteorología, la Universidad de Sevilla, la Universidad Pablo de Olavide, el Instituto Carlos III, la Oficina Española de Cambio Climático, la Alianza para el día Después y LifeWatch Eric.

"Hoy es un día importante porque el alcalde y Sevilla están liderando una iniciativa para convertirse en la primera ciudad en el mundo que nombra y categoriza las olas de calor. Esta nueva metodología, respaldada por 18 meses de investigación y análisis por parte de nuestro equipo científico, y construida junto a expertos locales y globales, tiene como meta, crear conciencia del impacto del cambio climático y salvar vidas”, ha señalado Kathy Baughman McLeod, directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Foundation.

Kathy Baughman, la directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation.
Kathy Baughman, la directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation.

En este sentido, la directora de comunicación de la fundación advierte que "no queremos alarmar, pero las olas de calor se están incrementando no solo en intensidad, sino también en frecuencia, y si no dejamos de emitir gases a la atmósfera, lidiaremos con las secuelas de todo esto en los próximos 20 años".

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha agradecido al Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation la puesta en marcha de este proyecto piloto en Sevilla y ha considerado que "Sevilla debe ser un espejo en la adopción de medidas contra el cambio climático como esta iniciativa. Somos la primera ciudad del mundo en dar un paso que va a servir para anticiparnos en la toma de medidas cuando se produzca este tipo de fenómeno meteorológico, especialmente teniendo en cuenta que las olas de calor siempre golpean a los más vulnerables". 

Desde la fundación alertan de que "el calor impacta a todas las personas" y "mata silenciosamente", es por eso que a las olas de calor se las conoce como 'el asesino silencioso'. "Necesitamos concienciación, ya que muchas personas piensan que no son vulnerables a los efectos del calor y por eso no cambian sus hábitos, El calor tiene un impacto invisible y al no dejar evidencias como un huracán, pero se muestra con enfermedades cardiovasculares como infartos y admisiones en los hospitales”, aclara Henrich-Koenis.

Las cinco primeras serán nombradas como Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao y Vega

ProMETEO Sevilla parte de los estudios que identifican las olas de calor como uno de los fenómenos meteorológicos con gran impacto en la vida de las personas. Un posible riesgo, el del calor extremo, que tiende a subestimarse frente a otros desastres naturales. Por esta razón, proMETEO Sevilla nace con dos objetivos: concienciar a la ciudadanía de la importancia de las olas de calor e impulsar la puesta en marcha de medidas de resiliencia frente a las altas temperaturas.  

El proyecto probará durante un año la viabilidad de implantar un sistema de alertas que avise de la llegada de una ola de calor y de sus posibles afecciones a la salud. El sistema parte del análisis de las condiciones climáticas específicas de Sevilla a lo largo de su historia, así como de los datos diarios de salud. Un equipo de expertos, en el que participan técnicos de todos los socios del proyecto, ha desarrollado un algoritmo capaz de pronosticar las olas de calor con varios días de antelación y clasificarlas en diferentes niveles según su potencial incidencia en la población.

Si se categorizan las olas de calor en función de sus consecuencias en la salud y se da nombre a aquellas que pueden suponer un mayor impacto, los ciudadanos y las administraciones podrán tomar medidas efectivas para protegerse frente a las altas temperaturas. Las olas de calor extremo recibirán un nombre propio que comenzará por la ultima letra del alfabeto español.  Las cinco primeras serán nombradas como Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao y Vega. Se trata de una llamada de atención para alertar de este fenómeno meteorológico, al igual que se hace desde hace tiempo con los huracanes, tormentas y nevadas intensas.

Durante las alertas piloto que se emitan, se ofrecerán consejos a la población con especial atención a los colectivos vulnerables. Beber más agua para prevenir la deshidratación, mantenerse en la sombra o espacios frescos y reducir la actividad física, son los tres pilares para evitar los efectos negativos del calor extremo. Este sistema piloto permitirá, además, tal y como se ha explicado en las jornadas, que las administraciones puedan trabajar la resiliencia frente a las olas de calor para que éstas tengan la menor incidencia posible tanto en el día a día de las personas como en sectores estratégicos para la economía.

"Las temperaturas van a ir aumentando, es la realidad que vivimos con los efectos del cambio climático. El enfoque está en cómo vamos a adaptarnos para ser resilientes y poder encarar esta situación", concluye la directora de comunicación en declaraciones a lavozdelsur.es.

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C. M.

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