Un hombre aprovechaba las siestas de su pareja para violar a la hija de 10 años en Sevilla

La Audiencia de Sevilla lo ha condenado a nueve años y medio de prisión después de considerar que la versión del acusado no se sostenía

La Audiencia de Sevilla. Diez años de cárcel para un violador y pederasta.
La Audiencia de Sevilla. Diez años de cárcel para un violador y pederasta.

La Audiencia de Sevilla ha condenado a un hombre con nueve años de cárcel por violar a la hija de su pareja, de diez años de edad. Las escenas que narra la sentencia son de auténtico pavor. En total, el varón, de nombre Rubén E.G. estuvo dos meses agrediendo sexualmente a la niña con tocamientos y diferentes prácticas sexuales.

El juez estima que los hechos ocurrieron en verano de 2016. El autor de los hechos aprovechaba que su pareja, con la que convivía, dormía la siesta en la primera planta de la vivienda "para acercarse a la menor en el salón, donde había un sofá en forma de ele" y "satisfacer sus deseos sexuales".

Los episodios empezaron con tocamientos o besos en la boca. Cuando la niña se apartaba, el violador le decía frases como "relájate, que no te va a pasar nada" o "esto no se lo puedes contar a tu madre, tiene que quedar entre nosotros". La gravedad de los hechos fue aumentando.

Según el relato de hechos probados, "el procesado fue subiendo el tono de sus contactos sexuales y con el mismo ánimo libidinoso, otro día se bajó los pantalones y ropa interior y cogió la mano de la menor y la colocó sobre su pene intentando que le hiciera una masturbación y como ella se opuso, le cogió la cabeza y la obligó a hacerle una felación, diciéndole que lo chupara como si fuera un "chupa chups".

"En otra ocasión, al acusado, con el mismo ánimo lascivo, se acercó a la menor y posicionándose detrás de ella, le realizó tocamientos en la zona del pecho y genital, le bajó los pantalones y, tras untarle saliva en el esfínter anal le introdujo parcialmente el pene en la cavidad anal; y aunque ella le indicó que le hacía daño y que parara, él le tapó la boca y le manifestó que 'se relajara', sin que llegara a eyacular", agrega el relato de hechos probados.

Dado el caso, el tribunal condena a Rubén E.G. a nueve años y medio de prisión por un delito de agresión sexual a menor de 16 años, 14 años de prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella, 15 años de inhabilitación especial para empleo relacionado con menores y cinco años de libertad vigilada post penitenciaria.

 

Sobre el autor:

J. P. Lozano

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