El Centro Penitenciario de Botafuegos en Algeciras ha sufrido un intento de motín en uno de sus módulos, cuando uno de los reclusos se revolvió contra uno de los funcionarios que vigilaban la estancia y comenzó a gritarle y a asestarle puñetazos y patadas.
Todo sucedió en la noche de este miércoles, cuando se estaba sirviendo la cena para los presos del módulo 10 de la cárcel de Botafuegos en el comedor. Sin previo aviso, uno de ellos se levantó de su asiento y se dirigió hacia uno de los trabajadores recriminándole la revisión que los servicios médicos habían realizado de su medicación.
Inmediatamente, comenzó a asestarle puñetazos y patadas y, una vez que lo tumbó en el suelo, continuó agrediéndole. Incluso trató de lanzarle una mesa, evitándolo los demás miembros de la seguridad del recinto que pudieron reducir al sujeto.
Mientras golpeaba al funcionario, el recluso comenzó a alentar a sus compañeros para que se rebelaran también y pudieran hacerse con el control del módulo. Afortunadamente, la rápida intervención de los demás trabajadores de guardia evitó que la situación pudiera ir a más.
Una situación insostenible
No es la primera vez que ocurre un hecho de este estilo en el módulo 10 de la prisión de Botafuegos. En su interior se encuentran delincuentes muy peligrosos a los que hay que reeducar para volver a insertarlos en la sociedad. Sin embargo, desde el sindicato Acaip-UGT denuncian que es necesario en primer lugar tener una convivencia ordenada para poder actuar y piden que se aplique el reglamento penitenciario para clasificar a los reclusos según su peligrosidad y actitud dentro del centro.
De igual manera, hacen hincapié en que estas situaciones conflictivas son una constante en la prisión y exigen que se formalice de una vez la Ley Orgánica de Instituciones Penitenciarias que el PSOE llevó hace meses al Congreso. Los trabajadores se sienten abandonados y tienen que enfrentarse a diario a situaciones en las que deben intervenir sin personal suficiente ni formación adecuada.
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