Conocida como la Iglesia Mayor de Puerto Real, o iglesia de San Sebastián, este lugar de culto donde los fieles acuden a la oración y cuyas paredes han sido testigo de comuniones y bodas está en pie gracias a un hombre que hace 77 años le devolvió la vida.
La iglesia, situada en el punto más alto del núcleo urbano, está construida sobre los restos de una ermita medieval dedicada a San Sebastián desde el siglo XVI. Es el edificio religioso más antiguo de la ciudad y el más grande donde se mantiene el culto. Además, posee un gran valor histórico y artístico al combinar varios estilos, el gótico, neoclásico, plateresco, renacentista y barroco.
Una vecina ha compartido algunas fotos en Facebook sobre este inmueble para ponerlo en valor, recordando su historia. Los Reyes Católicos, fundadores de Puerto Real, le dieron el título de Prioral en el año 1486. Y siglos después sufrió un incendio.
A princios de la guerra civil española, en 1936, el fuego arrasó con la iglesia. Sin embargo, Germán de Falla, hermano del músico Manuel de Falla, se encargó de restaurarla. Así, fue reabierta al culto 10 años después, en 1946. Desde entonces, se mantiene en la ciudad y conserva un púlpito de estilo barroco, de mármol y jaspe o la custodia del Corpus, obra anónima mexicana del siglo XVII realizada en filigrana de plata y piedras preciosas.
En su exterior se divisa su torre, que, además de tener una función religiosa, sirvió de torre vigía y de comunicación con otros puntos de la Bahía de Cádiz.
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