El Partido Popular de Chiclana ha presentado una moción para que la Ermita de Santa Ana sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC). La propuesta, registrada este martes, será elevada al próximo pleno municipal con el objetivo de que el Ayuntamiento inicie los trámites necesarios para su protección oficial.
Con esta iniciativa, los populares buscan aprovechar la proximidad del Día de Santa Ana, que se celebra cada 26 de julio, para reforzar la proyección de uno de los símbolos más reconocibles del paisaje urbano chiclanero. La ermita, cuya silueta domina el horizonte de la ciudad, es considerada por muchos como un referente sentimental, arquitectónico y cultural.
“Un emblema que merece reconocimiento”
Según ha declarado el vicesecretario de Cultura, Educación y Patrimonio del PP local y concejal, Pepe Lagóstena, la intención es clara: "La Ermita de Santa Ana es un emblema cultural y arquitectónico que merece reconocimiento, y su declaración como Bien de Interés Cultural aseguraría además su preservación".
En la moción, el Grupo Popular solicita al equipo de Gobierno la constitución de una comisión técnica encargada de recopilar documentación y definir los valores patrimoniales de la ermita. Asimismo, se plantea la implicación de entidades culturales y expertos, así como la petición formal a la Junta de Andalucía para que inicie el expediente administrativo de declaración como BIC.
La actual construcción de la ermita se remonta a los años 1772 y 1774, levantada sobre un antiguo molino, y es obra del reconocido arquitecto Torcuato Cayón de la Vega, figura clave del Neoclasicismo gaditano. Su historia, junto a su privilegiada ubicación, la convierten en una pieza clave del conjunto histórico de Chiclana.
Valor cultural, educativo y turístico
Lagóstena subraya que esta declaración "no solo garantizaría su protección legal y conservación, sino que también potenciaría su valor cultural, educativo y turístico". Una dimensión triple que, según el PP, reforzaría el papel de la ermita como recurso estratégico dentro de la oferta cultural de la ciudad.
Además de asegurar su mantenimiento físico, el reconocimiento como BIC permitiría abrir nuevas vías de financiación, inclusión en rutas patrimoniales y acciones de divulgación con respaldo institucional. En este sentido, los populares entienden que el Ayuntamiento debe ejercer un “liderazgo claro” en este proceso.