En Chiclana, la Navidad ha adquirido este año un brillo especial gracias a un portal de Belén tan inesperado como fascinante. No está compuesto por figuras tradicionales, sino por muñecas cuidadosamente vestidas como San José, la Virgen María, los pastores o los Reyes Magos. Una estampa tan peculiar como minuciosa que emerge del Museo de María Emilia Lira, donde cada rincón habla de dedicación, memoria y artesanía.
La responsable de esta propuesta es María Emilia Lira, sevillana de 77 años afincada desde hace años en Chiclana, que lleva casi tres décadas entregada a la búsqueda de ejemplares únicos. Su colección comenzó en 1996 y, desde entonces, no ha dejado de crecer. Hoy reúne tanto piezas adquiridas como otras elaboradas por ella misma, todas expuestas en el centro cultural Fábrica de la Luz, que se convierte en estas fechas en un punto de visita obligado para curiosos y amantes de la tradición navideña.
Una colección con más de 700 muñecas
La Colección de Muñecas de María Emilia Lira está considerada una de las más importantes de España, con un eco que traspasa fronteras. Entre sus vitrinas descansan más de 700 muñecas, que abarcan desde los años 20 hasta la actualidad. Las hay de trapo, de cartón piedra, de madera o de celuloide, cada una con su propia historia. Destacan, además, singulares reproducciones de muñecas de porcelana realizadas por fabricantes franceses y alemanes del siglo XIX, junto a otras modernas que completan un conjunto extraordinario.
Hasta hace poco más de un año, este tesoro permanecía oculto en un chalet de La Rana Verde, donde solo convivían estas piezas. Su apertura al público supuso toda una revelación cultural en la ciudad. Ahora, con la llegada de la Navidad, el espacio expositivo Muñecas María Emilia se suma a la celebración mostrando este llamativo portal que no deja indiferente a nadie.
La delegada de Turismo de Chiclana, Manuela Pérez Izeta, ha visitado recientemente las instalaciones junto a María Emilia Lira, subrayando el valor singular de una colección que continúa despertando admiración y sorpresa entre quienes cruzan sus puertas.
