voluntarios_cruz_roja_05
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La red de voluntariado de Cruz Roja se constituye como el corazón de la ONG. Cada programa cuenta con aproximadamente 50 voluntarios para abarcar todas las necesidades de los usuarios, a quienes les intentan "sacar sonrisas".

Los chalecos rojos son su seña de identidad como si de un salvavidas se tratase. La red de voluntariado de Cruz Roja en Jerez asiste a más de 1.300 personas para proporcionarles alimentos y acompaña a cerca de 500 mayores a hacer sus tareas diarias. El voluntariado es una actividad que en época de crisis aumenta. La solidaridad se expande y cada vez hay más personas en situación de extrema necesidad: "Aquí hay de todo. Antes el nivel era más bajo porque era una clase que no tenía nada, pero de un tiempo a esta parte a causa de la crisis están llegando familias que antes tenían su vida resuelta pero que al fallarles el trabajo se le ha venido todo abajo", comenta uno de los voluntarios del departamento de alimento, Fernando Álvarez. 

"Lo que intento cada vez que voy es sacarles la sonrisa, que el tiempo que estén conmigo se diviertan y que se lo pasen bien"

Y es que en realidad salvan vidas aparte de las tareas sanitarias de la organización. La asistencia a mayores es una labor que realizan los voluntarios para "darle autonomía a los abuelos", como aclara la técnica del apartado de mayores, Mónica Luque. El centro de contactos es el aula que recoge las demandas de los usuarios registrados para avisar a los voluntarios de los servicios que hay concretados en el día a día. Pablo Cortijo tiene solo 20 años y es el jefe del voluntariado de asistencia a mayores: "Nosotros vamos en nuestro vehículo especializado para ellos, los recogemos en su domicilio, les damos compañía y los llevamos donde necesiten ir. Aquel que pida ayuda tiene la mano tendida y estamos a su disposición". Desde que sopló las velas que le dieron la mayoría de edad, Pablo no continuó con sus estudios pero tenía claro que quería trabajar cerca de las personas, a él los niños le "traen loco", pero dentro de Cruz Roja se vinculó más con los ancianos. 

“Yo relación tengo con todos, la verdad es que me tienen cariño porque lo que intento cada vez que voy es sacarles la sonrisa, que el tiempo que estén conmigo se diviertan y que se lo pasen bien. Mi experiencia es: cada vez que sale un servicio le pido a la técnica que me lo de a mí". Los mayores de 65 años no están asignados por voluntarios; las asistencias se realizan dependiendo de la disponibilidad de los voluntarios que se encuentren en la sede. Lejos de Jerez pero cerca de los jerezanos, la delegación local se encuentra en la calle paralela a Cuatro Caminos; escondida pero con intención de ser encontrada por todos los usuarios. Aquellos que cumplen los requisitos para recibir la caja de alimentos que distribuye Cruz Roja por parte del FEAD (Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados) deben acudir a dicha ubicación para recogerla, no se realiza una distribución a domicilio; y se da el caso de familias que son de las pedanías o de las barriadas rurales.

El tejido del voluntariado en la organización es fundamental, es el nexo entre el usuario y la institución. Fernando Álvarez, con 67 años, se sumó a Cruz Roja a raíz de un post en Facebook: "Veo un anuncio: si tiene tres horas libres a la semana, hazte voluntario. Y dije: bueno, tengo tres horas. Pero es que ya me están diciendo que me traiga hasta la cama", explica entre risas. Mientras que Pablo Cortijo consiguió acceder gracias a su tío, técnico de ambulancia en la ONG: "Le comenté que al no continuar estudiando quería seguir… y me recomendó. Yo quiero dar mi tiempo a los demás". Ambos son de edades muy distintas pero guardan una misma ilusión dentro de la entidad. 

"Veo un anuncio: si tiene tres horas libres a la semana, hazte voluntario. Y dije: bueno, tengo tres horas"

Cruz Roja se desmarca por su independencia y por su entramado multidisciplinar. Además de llevar a cabo cursos de preparación para voluntarios, los departamentos se cruzan y se entrelazan dependiendo de la persona que acuda a la institución. Se da el caso de personas mayores que necesitan asistencia domiciliaria y alimentos, los departamentos se pueden compaginar. "Nosotros trabajamos en coordinación con otros programas, pero muy poco, cuando hacemos actividades intergeneracionales que cada vez están más demandadas por los institutos", informa Mónica Luque, que comenta que los mayores se implican con los niños jugando por ejemplo a la petanca: "Hacemos actividades tradicionales porque lo tenemos enfocado para recuperar un poco lo que es la tradición de los mayores y para que ellos estén activos y empoderaos".

Actualmente Cruz Roja desarrolla en Jerez una gran variedad de talleres: fortalecimiento de competencias tecnológicas o refuerzos de la simulación cognitiva (fortalecer la memoria). Incluso algunos mayores se animan a ir en grupo a la playa en uno de los vehículos especializados con más de 7 plazas y una para discapacitados. Aseguran que no tienen ningún tipo de problema entre los voluntarios y los usuarios, Pablo Cortijo asiente que "el voluntario sabe que una vez que lleve el chaleco de Cruz Roja lo que tiene que hacer es sacar sonrisas, alegrar al mayor y ese tiempo que esté, divertirse con la persona".

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Claudia González Romero

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