Los inquilinos de dos viviendas, indignados al verse obligados a pasar el fin de semana fuera de sus casas.
“Esto es la crónica de una muerte anunciada”, afirma Paco Flores, presidente de la asociación de vecinos de La Constancia después de que uno de los bloques de la barriada, situado en el número 3 de la calle Manolete, haya sufrido el desprendimiento de varios cascotes a la calle. Pero eso no es todo, porque los vecinos afirman que han oído un crujido muy fuerte que les hace temer que la bóveda central de la cubierta, que ya estaba afectada, se haya resentido por culpa de las últimas lluvias. Flores recuerda además que desde 2004 la Junta dispone de toda la documentación y expedientes necesarios para la rehabilitación de todos los bloques de la barriada, entre ellos, claro está, el afectado por este desprendimiento.
Al lugar se han desplazado los bomberos para intentar sanear la fachada a la espera de que llegaran técnicos de Urbanismo que verificaran el estado del bloque y decidieran si era mejor desalojar alguna vivienda o no. Tras dos horas de espera, finalmente los vecinos conocían que ningún técnico municipal llegaría a La Constancia y que, por eso, lo mejor, y por precaución, es que las dos familias que viven en el tercer piso del bloque lo abandonasen hasta la semana que viene. “Esto es surrealista. Al parecer dicen que ni cobrando las horas extra vienen y que ninguno va a firmar nada hasta el lunes”, denuncia Flores ante la indignación de los afectados, que se han visto en la obligación de hacer las maletas.
Desde el Ayuntamiento confirman a lavozdelsur.es que hasta el lunes no acudirán los técnicos de Urbanismo, pero señalan que Francisco Camas, teniente de alcaldesa de Urbanismo y Seguridad, ha estado coordinando todo con 092 y bomberos, siendo estos últimos los que han recomendado el desalojo. Hasta el lugar, además, se han trasladado la alcaldesa, Mamen Sánchez, y la teniente de alcaldesa de Acción Social, Carmen Collado, para interesarse por los afectados. Una de las familias se hospedará en casa de parientes y la otra lo hará en un hotel tras las gestiones de Acción Social.
Hay que recordar que el pasado septiembre, el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, anunciaba una inversión para la mejora de siete edificios de la barriada en colaboración con el Ayuntamiento, obras que comenzarían antes de finalizar 2016. López recordaba que este compromiso se sustenta en la adenda al protocolo de 2009 suscrita el 30 de junio de 2016, en virtud de la cual se le reconocía a dichos vecinos estas intervenciones al contar previamente con convenios firmados dentro del Programa de Rehabilitación Singular.
Así, tal y como recogía esa adenda firmada con el Ayuntamiento de Jerez, su departamento se haría responsable de las actuaciones correspondientes a tres de los edificios y el Consistorio, por su parte, de las obras de los cuatro restantes. En total, la renovación de los siete bloques requería un compromiso de 301.433 euros, de los que la Junta aportaba 205.433 euros. El problema, según Flores, es que la firma de las rehabilitaciones de esas siete viviendas “se ha hecho al voleo. Se están arreglando unos bloques cuya obra no era tan urgente como por ejemplo la de este bloque, que tiene problemas estructurales graves”, en referencia al que ha sufrido el desprendimiento. Flores, por último, afirma que el pasado día 24 de enero mandó un escrito a la Consejería de Vivienda “poniendo en conocimiento los incumplimientos y la gravísima situación de la barriada. La Junta, de manera negligente, no cumple con La Constancia”.
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